Chistes de Elfos
Chistes sobre Elfos

Dos elfas están paseando solas por el bosque cuando son descubiertas por una vanguardia orca. Como los orcos nunca estuvieron con una mujer, se les van encima.
Las elfas salen huyendo despavoridas.  Las elfas son más rápidas, pero los orcos son más resistentes, y a las dos horas de persecución las dos mujeres están agotadas mientras que sus enemigos siguen corriendo como si nada.
Una de las elfas, muy agitada, se detiene y se sienta en el suelo. Su compañera vuelve sobre sus pasos para animarla a continuar ya que los orcos están muy cerca.
... ¡Vamos! ¡Tenemos que seguir! ¡Si te alcanzan, te violan!
... ¡Ah no, querida! ¡Segui vos! ¡Yo prefiero tener un orquito y no un infarto!

Autor: Dumah


Mientras Aragorn vigila desde el Muro del Bajo, en el Abismo de Helm, ve muy a lo lejos una gran polvareda. Como no alcanza a distinguir nada se dirige a Legolas:

- Legolas, amigo, tú que tienes los penetrantes ojos de la Hermosa Gente, dime: ¿qué ves bajo aquella polvareda?
- Veo un ejército, un gran ejército de Hombres -respondió Legolas.
- Pero, ¿son amigos o enemigos? -pregunto Aragorn preocupado.
- Amigos, amigos -dijo Legolas.
- Pues entonces que abran las Grandes Puertas, y démosles una cálida bienvenida, pues toda ayuda es bien recibida -dijo Aragorn.
Al poco tiempo un ejército de diez mil Orientales se plantan ante las murallas y sólo tras una terrible lucha son rechazados.
- Elfo cegato -dijo Aragorn-, ¿no dijiste que eran amigos?
- Pues claro que eran amigos, ¿no viste que venían todos juntos?



Mientras Aragorn vigila desde el Muro del Bajo, en el Abismo de Helm, ve muy a lo lejos una gran polvareda. Como no alcanza a distinguir nada se dirige a Legolas:

- Legolas, amigo, tú que tienes los penetrantes ojos de la Hermosa Gente, dime: ¿qué ves bajo aquella polvareda? - preguntó Aragorn.
- Veo un ejército, un gran ejército de Hombres - respondió Legolas.
- Pero, ¿vienen en son de paz o de guerra? - preguntó Aragorn preocupado.
- Pues creo que vienen de cachondeo, porque llevan la cara pintada, van dando saltos y gritando...

Autor: Melko


Aragorn en la fortaleza de Helm mirando una nube de polvo que se aproximaba, le pregunta a Legolas:

- ¿Qué ves, mi buen amigo?
- Se aproximan 1001 guerreros...
- ¿¿Cómo puede ser que tan rápido puedas contarlos??
- Es fácil, viene uno adelante y como mil atrás...


Arwen se levanta de la cama y destapa una jaula donde había un thoro (pariente lejano de las águilas, hoy llamado loro), pone una tetera al fuego y recibe una llamada por el palántir:

- Cariño, he vuelto, soy tu Aragorn, prepárate que enseguida estoy en casa.
Arwen retira la tetera, tapa la jaula y se acuesta. Y el thoro dice:
- ¡Coño, qué día más corto!

Autor: Melko


Está Galadriel repartiendo los regalos a los distintos miembros de la Comunidad del Anillo cuando por fin le toca al enano Gimli:

- ¿Y qué regalo le pediría un enano a los elfos?, preguntó Galadriel - Ninguno, señora -respondio Gimli-. Me basta haber visto a la dama de los Galadrim y haber oido tan gentiles palabras.
-¡Escuchad vosotros, elfos!-dijo la dama mirando a la gente de alrededor-. Que nadie vuelva a decir que los enanos son codiciosos y antipáticos. Pero tú, Gimli hijo de Gloin, algo desearás que yo pueda darte.
- No deseo nada, dama Galadriel -dijo Gimli inclinándose y balbuceando-. Nada, a menos que... a menos que se me permita pedir... un pequeño préstamo de un milloncito para poder pagar mi cueva este año.
-Ah!, pero eso no es posible, aquí no es como ahí afuera. Cuando vosotros hablais de miles de años, aquí es como si pasara un segundo.
- ¿Entonces me lo presta?
- Claro, ¡espera un segundo!


Aragorn le dice a Arwen:
- Me parece que a tu padre no le soy simpático.
- ¿Por qué?
- Porque me ha dicho que soy medio tonto.
- No te preocupes, eso es solo porque te conoce a medias.

Autor: Melko


Esto es un grupo que estan contando chistes y dice un elfo:
- Voy a contar un chiste sobre enanos.
Y dice el enano sacando el hacha:
- ¡¡EEH!! ¡que yo soy enano!
A lo que responde el elfo:
- Vale, a los demás se lo contaré y a ti te lo explicaré.


¿Qué hay que hacer para que un elfo se divierta un domingo?
Contarle un chiste el lunes.


Tres Elfos, los mejores contadores de chistes e historias de Rivendel, se juntan en el salón del fuego y comienzan a contarce chistes entre ellos; pero como sabían tantos los habían numerado para no repetirlos, y entonces solo con decir el número ya los otros sabían de cual hablaban.
- "¡El 39!", y todos se descojonan de la risa.
- "¿Y que me decís del 5467?
- ¡Muy bueno, muy bueno, para, para que me lo hago encima!" (Sí, amigos, en esto consiste la gracia y pureza élfica :-) ).
Y esto que uno dice:
- "El que es bueno es el 345, ¿eh?".
Los otros dos se le quedan mirando, sin reirse, y el que ha contado el chiste les pregunta, extrañado:
- "¡Pero bueno! Si este chiste es muy bueno..."
A lo que le responden:
"Sí, si bueno si que es, lo que pasa es que tú no sabes contarlo".