El Elegido

Parte de una extraordinaria historia fantástica en la que una profecía y un báculo marcan el destino de sus protagonistas

PROLOGO GENERAL

En este libro se presentan situaciones de magia, en un mundo diferente a este, regido por las mismas leyes físicas, químicas, pero la creación no es del Dios en el que la mayoría de nosotros creemos, sino por Rani del cual hablaremos más adelante. Respecto a eso de dejar las cosas así a medias, es el estilo en el que narro las cosas, pero eso no significa que no lleven continuidad precisamente por eso parecerán sin sentido en varias ocasiones, pero al final todo se sabrá y verán que concuerda.

Cambiando otra vez de tema, los nombres, los sueños y por lo general cualquier cosa que parece insignificante o a veces tan impresionante que se puede olvidar, pero ese es el peor error de todos olvidar, nunca olvides, nuca dejes de escuchar a tu corazón, porque la mayoría de estas situaciones se van por la idea más sencilla, pero que por ser así  las dejamos y cuando vemos que era importante nos damos topes.

Bueno, ponte cómodo, porque el viaje está por comenzar, traspórtate al pasado, siéntete libre, respira el aire, ve el mundo que conoces porque será la ultima vez que lo respires, lo sientas, lo conozcas y lo más importante, que estés libre.        


LA PROFECÍA

El elegido tendrá su altar en el cielo que lo acompañará hasta su muerte, inmortal será.
Esto es una traducción del idioma de los Titanes, mal hecha por malos traductores, pero se sabe (en esencia) que esto es verdad.


PRÓLOGO

DEL BACULO


En Larum que  era el único lugar en el que existía un poder de vida, se produjeron acumulamientos de ese poder que en muy poco tiempo se desbordó y salió por toda la tierra inerte.

 Unos fuertes temblores que se desataron en la Tierra oscura provocaron la erupción del Monte Único pero no fue una explosión cualquiera ya que Gurum Gar ( el nombre actual del monte) hizo brotar un rayo de luz que alcanzó las nubes y se encorvo ahí mismo, descendió nuevamente a la tierra y abrió una grieta muy profunda la cual despedía nubes gigantescas de polvo que fue lentamente tragado por la oscuridad, un olor frío y refrescante, este reabrir de  la grieta provocó que cayeran tres enormes rocas que con aquel calor  sé fundieron, eran sin forma, como toda roca de campo que sé ha ido desgastando con el agua de una fuerte lluvia o con el soplo del viento perteneciente a un poderoso huracán, llevaban en su interior metales que en estas épocas son muy difíciles de encontrar aun teniendo la vista de un águila, las piedras se derritieron dejando al descubierto sus preciosos contenidos, pero estos también se  unieron formando una especie de metal brillante como el oro, tan fuerte como el hierro y tan poderoso como el fuego, el agua, la tierra y el viento, pero  justo antes de que el nuevo elemento sé solidificara   atrapó en su interior  un poco de aquel poder que con el tiempo fue llamado Hulguk.

El báculo de la vida había sido concebido, era tan hermoso, largo y dorado, en su parte más alta tenía una piedra roja que parecía flotar, el báculo aunque se veía magnífico aún estaba en bruto, no existía alguna intervención ajena a la naturaleza, mas bien parecía una rama de algún viejo árbol.  

Después, un olor a tierra húmeda tomo a la llanura en su parte occidental y avanzó al sur extendiéndose por toda la nueva Emáruc que significa Tierra caliente en el idioma de los Elfos y poder en el idioma antiguo de los Hombres del sur.

Emáruc fue testigo de una gran batalla donde las sombras fueron desterradas por primera vez, el caos de oscuridad que gobernó por mucho tiempo y se regeneraba ya no existía. 

La nueva arma formada por la tierra había sido dejada en el olvido, y pasaron  años, siglos, milenios y un día en el que las civilizaciones ya existían y  las guerras estaban en el punto mas sangriento el Báculo fue encontrado por un Elhum llamado Enruk él era joven para su raza pues tenia 120 años una edad muy corta para estar en la guerra, el acontecimiento por el que pasó Enruk el guerrero fue lo peor que le pasó a su raza porque el Báculo hizo que ganaran la guerra, de algún modo el arma había robado la vitalidad de los guerreros enemigos, pero Enruk sufrió cambios  que lo convirtieron en un ser malévolo y oscuro, al convertirse en rey  por causas que ningún Elhum quiere enunciar, el pueblo cayó en una terrible oscuridad, que el mismo Enruk no soportaba, por tal motivo mandó a quemar la ciudad casi en su totalidad pero la oscuridad se tragaba el fuego, en esa tragedia murieron muchos Elhums. 

El Báculo sé comenzaba a tornar de un color negro que en vez de oro parecía alunan que en lengua común sé puede traducir como obsidiana y perdía su calidez tranquilizante, por ese acontecimiento Enruk ordenó que el báculo fuera tallado y pulido para ver si recobraba su dorado color, el arma le fue enviada a Sienko, el mejor herrero de la ciudad, puesto que era elfo logró sacar el esplendor y la belleza del báculo nuevamente, nadie sabe lo que pasó con Sienko, la última vez que fue visto, salió del castillo de Enruk con una bolsita que tenia algo muy importante porque solo pocos pudieron ver que esa bolsa era llevada(ahora es solo una leyenda)  y se perdió en el bosque del norte, todo mundo lo buscó por todos lados y pensaron lo peor, - solo tenía, un momento ¿cuantos años tenía? - decían sus amigos y familiares- la culpa la tuvo el rey.

Todos aquellos que decían cosas contra el rey no volvían a decir alguna palabra (excepto los Elfos que empezaron a irse a otras tierras y pues eran inmortales) algunos pocos afortunados podían balbucear, por el contrario, otros al abrir la boca comenzaban a sacar arañas de la boca y eso era muy preocupante, ya que la peor cosa que puede ver un elhum es una araña, en algunas ciudades de los hombre les llegaron a decir aranfros por su temor a las arañas, incluso esta palabra es usada en Elhum como el peor insulto.


PROLOGO DE LA MALDICIÓN

Pero las cosas nunca pasan desapercibidas por más pequeñas que sean, y el poder de la vida no es muy pequeño que digamos. Ninguno de los elhums y por cierto nadie sabe como se desató la envidia de Otor un  rey muy fuerte e inteligente  de la comarca del Norte de Elhum sé enteró de un misterioso Báculo con un gran poder y que era el causante de que el Rey Enruk siempre resultara victorioso de sus enfrentamientos, además lo deseaba para acabar con Elhum pues era su peor enemigo.
 De solo pensar en el báculo la sangre le corría más fuerte y los más oscuros pensamientos crecían en su cabeza, su desesperación fue tal que cometió lo que parecería una locura,  mandó a un solo cazador llamado Oglad que tenia la habilidad de escurrirse como cucaracha en la oscuridad, para que entrara por las murallas del extremo sur sin ser visto ni presentido, matara al rey y secuestrara el tesoro.

Oglad logró atravesar las murallas, si fue visto, pero un muerto no hablaría nunca, se coló por la ciudad y pudo entrar por la ventana a  la habitación de Enruk, caminaba a paso lento pero firme, sé dirigía a la cabeza del rey que se encontraba "dormido", dispuesto a cortar todo lo que fuera posible, Oglad levantó su espada que por un momento cambió de color y sé puso  roja, de momento Enruk sé levantó de su cama  y con un fuerte manotazo le corto la mano a Oglad pero este logro enterrar su espada en el costado derecho del rey, ambos estaban heridos y de una forma extraña la sangre roja y espesa  fue atraída al lugar donde el Báculo estaba, ambas criaturas quedaron atónitas pero el arma de Oglad  sé movió sola, esa era una cualidad de la espada, y con un golpe dirigido al corazón de Enruk sé abalanzó hacia el rey, que rápidamente puso la mano izquierda para protegerse pero cada acción tiene una reacción y su brazo le fue mutilado por la parte superior del codo un grito creó la conmoción de la región y los soldados fueron en auxilio del rey aunque en lo profundo de su corazón deseaban no ir a ayudarlo y que por lo menos su hijo Salud tomara el trono.

  Enruk estaba  herido de muerte pero aun no se rendía  y arrastrándose rápidamente alcanzó el báculo y lo lanzó hacia Oglad, mientras el Báculo cruzaba el aire Enruk se dio cuenta de que había conocido a ese personaje en una guerra de hace ya mucho tiempo pero no solo ocupo sus pensamientos para eso, si no para poner en práctica sus conocimientos en magia oscura y  ocupó su último aliento para  pronunciar  una maldición:

Azugh la flag e Oglad garg lasd ma sure lurore Elhum ore
    
       
Lo que a la lengua común se traduce como:

El Báculo que atravesó a Oglad será solo del Rey Elhum sanguíneo

Al menos es lo que se dice que significa, ya que la traducción original está con los monjes de Burnugal, seres sabios que se retiraron a la mitad del camino antes de ser magos, ellos dicen que el sentido de la frase es se pero tienen temor de pronunciar esas palabras porque este hechizo se volvió ya tan potente que con solo leerlo el frío recorre todo el cuerpo y el pronunciarlo correctamente esclaviza tu corazón al mal por toda la eternidad, vivo o muerto.
 
Ahora así nadie podría tocar su gran arma. Nunca fue reclamado el  cuerpo de Oglad por razones de anonimato y protección a Otor. El cuerpo del rey fue llevado al bosque y ahí fue enterrado únicamente en presencia de su hermano y un soldado que nunca regresaron vivos a Elhum, ese mismo día su hijo fue coronado Rey y le dieron su corona y su Báculo, que forzosamente él tuvo que ir a recogerlo del piso de la recamara de su padre, un espectáculo horrible, se dice.

 En estos tiempos  los únicos Elhums descendientes de Enruk que hay en la Tierra  son el rey Efran y su esposa Labisa  y ambos pasan los 900 años aun son jóvenes pero  muy pronto la maldición perderá su validez, la Guerra por el Báculo de la vida comenzará  y el elegido del mal aparecerá para controlar el poder de la vida.

Pero existe una esperanza que cambiará el curso de El Báculo.


LA MALDICION SE ROMPE

Era el medio día, el sol se levantaba de una forma asombrosa en Elhum, nadie había visto un sol tan caluroso y hermoso desde hacia ya muchos años, para ser exactos  desde la llegada del Báculo a esas tierras, pero aún con ese paisaje hermoso la incertidumbre llenaba el lugar, los habitantes comentaban sobre un tema en especial la gran fiesta de los reyes, se esperaba un enorme festejo la hora y lugar ya estaban fijados, nadie sabía el motivo de la fiesta pero aún así todos irían - nadie desperdicia comida gratis verdad Klatus- decía el viejo Mork a su esposa aún más vieja

-¿Qué dijiste? Que radia una explosiva corrida gratis - contestó la anciana
-¿Corrida? ¿Dónde?- contestó Mork

Muchos Elhums no muy sabios decían que el pastel iba a ser muy grande, tan grande que podía alimentar a  todo el reino y que tenía tanta azúcar que los campos habían quedado vacíos pero eso no era problema con que oliera bien su estomago ni sus bolsillos lo resentiría.

-¡Por enésima vez, no se acabaron los campos de azúcar!, ¡Es imposible señores!, ¿No ven que nosotros no sembramos cañas?-contestaba un poco enojado el virrey, Slopc, a los aldeanos que habían creído los rumores de una cocinera ciega que no trabajaba en el castillo, mejor explicado, era la alucinación de un extranjero borracho, que había llegado por error a Elhum, tras perderse en los campos de Swar.  

Dentro del castillo los preparativos se llevaban acabo, ninguna persona descansaba todos tenían alguna tarea importante algunos estaban muy hartos de tanto trabajo que empezaban a quejarse de la edad como por ejemplo Placo - tener 215 años en esta época es muy difícil, solo nos toman como unos trabajadores jóvenes y no se dan cuenta de que tenemos sentimientos- terminando con un nudo en la garganta. 

Huala, una Elhum muy hermosa con el rostro fino, de tez blanca, ojos verdes y labios delgados y  siempre frescos, era la encargada de los adornos y los perfumes y la  más atareada de todas, los Elhums no pueden tener ninguna celebración sin perfume, es una extraña costumbre pero era muy agradable para cualquier visitante que llegara del sur puesto que ahí apestaba a muerto por alguna razón que es inmencionable y menos hoy que es un día de comida y celebración.

Huala corría de un lado a otro como desesperada buscando un perfume apropiado para tan importante evento y después de un rato de buscar en los campos, casas y alacenas ajenas se encontró en medio de un gran dilema si usaba gardenia o violeta y se puso a pensar en el vaivén de todos, ella se veía rara ahí en el medio del castillo entre todos los elhums que corrían y tropezaban al tratar de esquivarla   -- si uso gardenia puedo fastidiar a los invitados del este, pero si uso el de violeta hago enfadar a los reyes Elhums, pero se le ocurrió una idea muy buena y gritó -usaré sándalo.

Entusiasmada  Huala rocío el perfume en todo el castillo y la sala principal pero su ojo de águila que estaba en todo, se desvió hacia una figura oscura que se dirigía a los aposentos de los gobernantes pero se distrajo con una turba de sirvientes que pelaban por una botella más de vino y fue a detenerlos dándole un golpe a cada uno con la botella de perfume, el único beneficio de esto es que las cabezas de los sirvientes quedaron oliendo muy bien.

Cuando Huala terminó su tarea el castillo parecía un lugar al que solo se va en sueños, las cortinas eran tan blancas como la nieve y cubrían desde el techo al suelo como una cascada que no es interrumpida por ningún obstáculo. Las mesas eran de la madera más fina que existía  en el lugar,  fueron talladas por los Elfos que vivían en los bosques del sur.

Mientras tanto en la habitación de los reyes se entablaba una conversación que a simple vista podía adivinar que era importante, el cuarto era amplio y reluciente era el único lugar del castillo que no olía a sándalo tenia adornos de oro y de una manera curiosa tenían la forma de runas elficas que por lo que se alcanzaba a leer algo parecido a la palabra rey  en la lengua común, el cuarto tenia un tapiz verde bosque, una sillas color café que eran hechas de cedro y con decorados en forma se rosales, los demás muebles eran también hermosos pero no tanto como la cama que podía ser lo más divino que un ojo de mago pudo haber visto. Los reyes estaban sentados frente al hechicero  y la plática comenzó así:
 
Es muy peligroso lo que vamos a hacer, ¿estas seguro de que esto va a salir bien y de los riesgos que van a vivir o...? - dijo el mago con voz trémula.

 Sé lo que debo hacer y como terminará todo, pero ¿tu estas seguro de que el elegido ha sido encontrado? - dijo Efran muy seguro de lo que hacia e interrumpiendo al mago desde luego.

Labisa con su voz hermosa y dulce como siempre dijo - solo sigamos las cosas como habíamos acordado y estoy segura de que todo lo demás funcionará de acuerdo con el curso del destino.

Sí estoy seguro al igual que ustedes - dijo el mago - es hora de presentarles a la persona que nos ayudará en esta travesía que será larga, dura...

¡Habla! Falath, es necesario, no hay tiempo -  dijo el rey desesperadamente. 

Muy bien aquí esta mi querida aprendiz ¡Huala Araceli pasa por favor!, ¡Huala!-

Aquí estoy es que me distraje por detener una pequeña pelea - dijo mientras se limpiaba las manos de un liquido rojizo.

Ella es Huala mi querida aprendiz, será solo porque es la única, quedó huérfana cuando se realizó la quema de la ciudad.

-Lo siento Huala es tan duro lo que te pasó y en nombre de todos mis antepasados te pido disculpas, se que no conoces nada de tu pasado- dijo el rey

-No hay nada que perdonar su alteza de no haber sido por eso, nunca habría conocido a Falath.

Bueno -dijo el mago cortando el dialogo de Huala- muéstrame el báculo

Efran tomó una bolsa de color vino con vivos dorados y de ahí sacó lentamente una llave amarilla con bordes de plata, y se levantó de la silla,  recorrió toda la habitación pegándole a los adornos que parecían letras en un cierto orden de izquierda a derecha.

Una clave muy curiosa susurró Falath.

Después del piso salió una torre de ajedrez de color blanca  con un cerrojo dorado y ahí introdujo la llave  y como consecuencia una compuerta se abrió moviendo el cuadro de un caballo.

El rey no se movió ni reaccionó, solo estiró la mano y de la nada el Báculo apareció en la mano del rey y dirigió  la mano hacia Falath y le dijo - solo velo, recuerda que aún es mío y que si lo lastimas te la verás conmigo, somos uuunooo  -Huala clavó la mirada en el mago y le susurro al oído- ¿qué es lo que le pasa? -Pero el se quedó atónito ante la grandeza de los reyes cuando ambos tomaron al Báculo y el destello amarillo sé sus coronas se tornó oscuro.

Labisa soltó el báculo y le rozó el hombro a su esposo y Efran salió de un trance tan profundo que le costó un rato recordar quien era y que hacia y el más profundo silencio se sitúo en la habitación.

Y Falath lo rompió diciendo - falta algo en el báculo, ¿dónde está la gema roja?

Aun no lo sé  creo que se perdió en la batalla de Gurganat o se quedó en el cuerpo del atacante de mi bisabuelo es muy confuso todo esto ¿verdad? No lo toquen directamente hasta que nosotros... - y un suspiro de tristeza salió de la boca del rey - llévenlo en esta bolsa de Ruz que me dio mi padre solo así lo pueden llevar sino eres de nuestra descendencia. 

No podemos dejar el misterio de la gema roja en estas condiciones, tenemos que saber donde está.

En Burnugal están todos los archivos secretos de Emáruc estoy segura de que ahí esta una pista para encontrar la gema- dijo la reina con gran acertividad

Es muy cierto  reina Labisa ahora tenemos otro motivo para estar ahí, y créame que no la defraudaré nunca

-Bueno tenemos invitados que atender y regalos que desenvolver -dijo Huala muy felizmente.

-Creo que Huala tiene razón  todavía tenemos cosas que hacer y que arreglar.

-Creo Huala que tú no atenderás a nadie porque te nombraré mi representante en cualquier parte de Emáruc, Tú serás la Elhum que llevarás a nuestro pueblo a la gloria y por eso te irás con Falath como lo acordamos- dijo Labisa

-Mi querida Huala me sorprende tu optimismo ante situaciones como estas, espero que eso  nos ayude con nuestra misión- dijo Falath al mismo tiempo en que hacía un gesto de despedida  con la mirada  apuntada a los reyes.

Todo el pueblo esperaba a las afueras del castillo emocionados por la llegada de los reyes, se comenzó a oír una canción muy hermosa, al mismo tiempo los reyes salieron de su recamara y comenzaron a bajar las escaleras de marfil  y mármol y detrás de ellos una sombra que no fue tomada en cuenta paso como si fuera a los establos con una bolsa de color vino, grande pero horriblemente carcomida por la polilla

El festejo  y la excitación era tal que hasta los soldados estaban sentados en la mesa compartiendo el aniversario  de los soberanos, con los elfos, enanos, elhums y algunos hombres, la fiesta era lo mejor que había pasado en aquel reino carcomido por la maldad y que hacia esfuerzos por levantarse.

El rey se levantó de su lugar y movió su mano ligeramente, y todos guardaron silencio- Mis queridos súbditos y amigos de tierras lejanas, hoy es un gran día pues una nueva era comenzará para el bien de todos, bueno eso es lo que espero - dijo clavando la mirada en Falath y Huala (que se observaban desde la ventana)
No puedo decir todo lo que tengo pensado para agradecerles  lo que han hecho por levantar este pueblo que había caído en la desgracia.
¡AMIGOS MIOS, ES LAMENTABLE DECIR ADIOS A ESTE REINO! y una lagrima se deslizo por la cara de Efran, Labisa lo tomó por la mano y le susurro al oído -es hora.

Afuera el Sol se ocultaba lentamente tiñendo de naranja los grandes prados de aquel lugar que ahora se inundaba de gran conmoción y tristeza puesto que los reyes se habían  lentamente convertido en polvo.

En los establos Falath y Huala tomaban a los caballos que se les habían designado (los dos eran grises)- lo han hecho, no podemos dar marcha atrás, el destino de la Tierra depende de nosotros ahora.

Huala montó su caballo al igual que el mago y se dirigieron a Burnugal.