¿Prisión o salida?
Veo en tus llorados ojos
las ganas de abandonar esta prisión
y volver a tu hogar.
Oigo en tus temblorosas palabras
el miedo que sientes al verme pasar.
Huelo tu asqueroso olor
al pasar de los años.
Te han salido ya pelos en la cara.
Llevas muchos años aquí.
Te toco, y siento como tiemblas
y ruegas en voz baja
unas palabras que no consigo comprender.
Te torturo día a día,
y pides una clemencia que
depende de ti cuando llegue.
Mis sirvientes ya te han probado,
y no han vuelto a hacerlo.
Demasiado fuerte eres para ellos.
No para mí,
ya que tu única salida, clemencia,
el único perdón que te queda
en esta prisión llamada Vida,
soy yo, la Muerte.