Hará tres noches paré en una fonda
buscando descanso en mi largo caminar
el azar quiso otorgarme una historia honda
que presto decidí convertir en cantar
Contómela un viajero casi sin aliento
embriagado con tibia cerveza
que tras invitarme a tomar asiento
y yo gustoso aceptar su oferta
hablóme con gran sentimiento
y singular franqueza
si escuchar quisieras un momento
la balada que así empieza:
En un claro amanecer de cielo azul
un lloro alegró el día a los Periannath
un Señor de los Gamos vio la luz
mas no habría de ser como los demás
Ya que ninguno hubo que alcanzó mayor gloria
este poema es un canto a su memoria
y la búsqueda que de ella su hijo realizó
que anciano hacia Minas Tirith partió
Quería saber qué impulsó a su padre
a abandonarlo todo en el ocaso
a viajar al Sur, donde mora el hombre,
a morir lejos de casa, de fortuna escaso
El camino que aquel anciano emprendió
llevó sus pasos hacia una tumba
no la suya todavía, la del Rey Aragorn
glorioso nombre que en la roca aún retumba:
"Elessar Piedra de Elfo", el que la Tierra salvó
"¿Y que hacía su padre difunto
a la vera de tan magno sepulcro?",
para sí preguntaba,
"a poniente de aquel coloso"
mientras los ojos entornaba
en profundo lamento vidrioso
Entonces una joven en la estancia entró
era curandera y la hija de la nieta
de quien a su padre atendió
cuando sanaba de la herida
que en la cama le postró
y que con una reverencia
y misteriosas palabras le recibió:
"Sabía que un extrangero vendría,
mi antepasada Ioreth lo vaticinó,
por ese motivo en mi familia
se pasa de generación en generación
la leyenda de Meriadoc el Magnífico
que ante la adversidad se creció"
Sorprendido aún el Mediano
por cómo a su padre se nombró
urgió a la joven a explicarle
que de esta manera su curiosidad sació:
"Correría finales de la Tercera Edad
cuando el Enemigo la ciudad asedió
mas la confianza en nuestra resistencia
que hasta entonces de todo mal nos libró
fué vencida por una violencia
como antes jamás se conoció
Un Rey sin tierras ni siervos
al mando de una gigantesca fuerza militar
avanza firme entre heridos y muertos
desafiando a quien se opone a su voluntad
Sollozan las mujeres
que a sus hijos ven llorar
tiemblan los hombres recios
ante lo que ven llegar
un golpe de roca viva,
un batir del Martillo Infernal,
nada comparado al conjuro
que salvaje hiere sin piedad
¡¡¡sólo entonces estallan las Puertas
que custodian la entrada a la ciudad!!!
El terrorífico soldado
que el pórtico traspasó
fue al encuentro de su hado
que mucho antes se trazó
cuando un Alto Elfo a un Soberano
la anónima muerte profetizó
cuando un hobbit escudero fue nombrado
al servicio de un Eorlinga Señor
cuando una mujer indómita y sin amo
de rudo caballero se disfrazó
cuando los cuernos de Rohan resonaron
después que el gallo cantó
La carga de los blancos corceles
el avance en retirada trocó
de aquel Capitán de negros jinetes
que al Rey de verdes jinetes hirió
mas un hobbit en el lugar presente
decidido a morir con honor
se unió al desafío del oponente
¡¡¡no es un hombre sino Éowyn el retador!!!
La duda que corroe al Gran Nazgûl
un poderoso golpe de maza la disolvió
tras el escudo el brazo de la mujer se quebró
¡¡¡pareciera que el destino le trajese sólo ingratitud!!!
Dicen los que de historias gustan contar
que aquel instante algo especial sucedió
el hobbit caído en suelo perdió todo miedo
nadie explica lo ocurrido, tal vez una divina intervención
de lo que no cabe duda alguna
es que la profecía en su ayuda acudió
o quizás la suerte de Théoden y Éowyn
le infundió un sin límite valor
El pequeño Mediano se hizo un gigante
que mil paladines no podrían igualar
concentróse tanto el Espectro en la desafiante
que la atención sobre sí consiguió desviar
Su brazo se hizo de hierro
su pecho una coraza de metal
en la mano apretaba una daga
el motivo de su forja pareció despertar
¡¡¡el pasado de antiguas afrentas
en el presente se quiso vengar!!!
Filo que se hunde en las entrañas como una lanza
arma que rompe y quebranta el maleficio anunciado
acometida de espada que ante el Hechicero se alza
grito horrible que surca en la noche el aire viciado
anunciando a las gentes de bien la nueva esperanza
Y la historia dio paso a la epopeya
y la épica con el tiempo fue leyenda
y la leyenda de la fiera doncella
que por orgullo atravesó terrible senda
olvidó que quizás no fue ella
quien inclinó la balanza en la contienda
pues antes otro en pútrida carne hizo mella
y una herida que no cura ninguna venda"
La voz de la joven dejó de hablar
para dar paso a un silencio calmo
roto por el suave susurro al cantar
los versos de un viejo salmo:
"Al reclamo de la cruda noche
un grito lacera oídos cobardes
en mitad de la lluvia de sangre
que gotea en la tierra negra como la pez
Es el desgarro de presas voluntades,
es el silencio que se hace estruendo,
es la muerte que se apresta a batallar
contra invencible guerrero,
contra invisible rival,
contra quien no vive, pero muere,
contra el que se alimenta de maldad
Esta noche hay un enemigo menos
hoy será un gran día para recordar
cuando caiga duro el próximo invierno
alrededor del calor del hogar
mientras se cuentan relatos añejos
de lo que aquella noche pudo deparar
si un valiente que se alzó por sobre el miedo
no hubiese arrojado la estocada crucial"
Y no bien terminó de cantar la joven
una intensa paz al anciano embargó
mal había juzgado a su padre
por ignorancia, de los pecados, el menor
Ya el orgullo le reconforta
ya el dolor desapareció
ya está en paz con sus recuerdos
ya la honra en su padre recuperó
Y aquí termina esta balada,
en recuerdo del Señor Escanciador,
curioso nombre para un héroe
mas perfecto para quien le conoció
no este humilde que os trova,
sino aquel borracho que me la contó
preguntarle no hizo falta,
en su mirada el brillo le delató,
pues estas estrofas refieren
las hazañas de su progenitor:
Merry Brandigamo en la Comarca
llamado el Magnífico desde Pelennor,
en todos confines excepto en la Marca
donde es "el que sirve el vino"
del Rey Éomer, su gran amigo
y a la vez fiel servidor.