Khazad-Dûm
Oí un ruido extraño y me demoré un rato,
abrí bien los ojos para ver mejor
y gran fuego y sombra que daban pavor
llegaron al puente tras dar un gran salto.

¡No puedes pasar!, sonó como un canto,
chasqueó el flagelo, y vino lo peor:
extendió las alas y se hizo aún mayor
y caí temblando al borde del llanto.

Chocaron espadas, dio un traspiés la llama,
la vara dio al puente con gran explosión
y cayó al abismo la gran sombra alada.

Mas aún cayendo el mal chasqueó,
algo enganchó al mago como de la nada
y nuestra esperanza con él se perdió.