Los Vándalos
Rosit@ Coto nos envia esta parodia, que trata sobre los hobbits Merry, Pippin, Frodo y Sam cuando estaban en plena adolescencia... ¿os los imagináis? Pues ya sabéis... leedla ;-)

Este relato cómico se basa en la juventud de los hobbits Merry, Pippin, Frodo y Sam, concretamente unas semanas antes del cumpleaños 111 de Bilbo, mucho antes de que estos tuvieran que partir hacia la Guerra del Anillo, cuando el único problema que tenían era ser castigados por sus padres (o por su tío). En esa época los llamaban "Los vándalos".



Capitulo 1: Cuatro hobbits peligrosos.

¡Ya casi la tenia! Frodo se encontraba en un prado lleno de flores y correteaba detrás de una elfa que reía diciendo "¡Cógeme bonito! ¡Cógeme!".
La elfa se paro, sonrío a Frodo y se tumbo en el suelo lleno de flores de una forma extrañamente parecida a American Beauty. Entonces el hobbit se acerco a ella. La elfa cogió a Frodo como un nenuco, le acaricio las mejillas y le rasco detrás de las orejas, como a este le gustaba.
Entonces la elfa se acerco a su oreja y le dijo con una voz familiar: ¡Frodo! ¡Frodo! ¡Despierte Frodo! ¡Señor Frodooooo! ¡¡¡FRODOOOOO!!!
En ese momento la elfa se convirtió en un hobbit de piel morena que le estaba sacudiendo con fuerza y que gritaba constantemente cosas como "¡¡¡DESPIERTA MALDITO HOBBIT, DESPIERTA DE UNA VEZ!!!" o "COMO NO TE DESPIERTES ME OBLIGARE A TOMAR MEDIDAS DRASTICAS".
Pero Frodo se limito a agarrar a su osito de peluche y a decir " Así me gustan las mujeres, duras y salvajes".
El hobbit que intentaba levantar a Frodo (que era Sam, por si alguien no se había dado cuenta) le miro extrañado y se vio obligado a "Tomar medidas drásticas". Se acerco a una palangana de agua estratégicamente preparada el día anterior por el mismo y se la echo por encima a Frodo.
- Frodo: ¡Pero que haces Sam!
- Sam: Despertarle, señor Frodo.
- Frodo: ¡Todos los días lo mismo! ¡Si esto sigue igual mi cuarto será algún día el Anduin!
- Sam: ¡No se queje! Yo intento levantarle, pero usted no colabora.
- Frodo: ¡Pues ya no quiero que me despiertes!
- Sam: ¡ Entonces te compras un gallo!
"Plic-plic" (Sonido de algo que golpea la ventana)
- Frodo: No me da la gana.
- Sam: ¡Eres un malcriado!
- Frodo: ¡Y tu un hijo de Troll!
"Plic-plic"
- Sam: ¿Cómo has dicho?
El hobbit se enfado y comenzó a pegarle puñetazos y patadas a Frodo (y estas eran realmente dolorosas debido al tamaño de los pies del hobbit).
Pronto se engarzaron en una pelea. Los dos rodaban por el suelo insultándose y pegándose.
Así eran las mañanas en Bolsón Cerrado: Realmente emocionantes. En los días festivos, incluso algunos hobbits se levantaban temprano para ver y  apostar sobre quien ganaba la pelea.
"Plic-plic"
"Plic-plic"
"Plic-plic"
"Plic-plic"
¡¡¡CRASSSSSSHHHHHH!!!
Los cristales de la ventana volaron rotos en mil pedazos y cayeron sobre la cara de Sam, mientras que una piedra (una graaaaan piedra) golpeó la cabeza de Frodo.
- Sam: ¡¡¡MIS OJOOOOOS!!! ¡¡¡NO PUEDO VER!!!
Del agujero que había dejado la piedra en la ventana aparecieron dos cabezas rizadas.
- Merry: ¡Frodo! Llevamos media hora tirando piedrecitas a la ventana               para que nos abrieras, pero como no abri... ¿Pero que ha pasado aquí?
- Pippin: Mira que sois brutos. ¡Si no aparecemos nosotros seguro que os matáis!
Después de darse cuenta de que Frodo estaba en el suelo con una brecha en la cabeza sin moverse y que Sam se arrastraba por el suelo chocándose con los muebles diciendo algo muy feo sobre las madres de Merry y de Pippin decidieron entrar a la habitación para ayudarles.
-   Merry: Frodo no se mueve. ¡ Ha muerto!
- Pippin: Tranquilo. Si actuamos con rapidez podemos enterrar a Frodo y tirar a Sam al río sin que nadie se entere.
- Merry: ¡No sea orco! A veces me sorprende Pip. Solamente tenemos que echarle la culpa a Sam de que ha matado a Frodo en una de sus famosas peleas, y que nosotros entramos para evitar que hiciera daño a nuestro primo y que...
- Frodo: ¡OYE, QUE NO ME HE MUERTO!
- Pippin: Calla un momento Frodo. Merry, pero el CSI de la Comarca lo investigara. Mediante mi plan nadie se dará cuenta y quitamos del medio un testigo.
- Merry: De acuerdo, entonces aplicamos tu idea.
- Frodo: (Se levanta) ¡DEJAD DE HACER PLANES Y ESCUCHADME!
- Pippin: ¡Un fantasma!
- Merry: ¡Fue Sam, fue Sam!
- Sam: ¡No! ¡No fui yo!
- Frodo: ¡¡¡QUE NO ESTOY MUERTOOOO!!!
- Pippin: ¡Su espíritu se ha enfurecido!
- Merry: ¡Sálvese quien pueda!
Dicho esto, los hobbits rompieron a correr de una forma bastante cómica. Merry se escondió en el armario, Sam se gateo hacia debajo de la cama, y Pippin se acurruco en un rincón con un orinal (vacío) en la cabeza con la esperanza de que no le viera.
- Frodo: De verdad que no estoy muerto. Si soy un espíritu, ¿Dónde está mi cuerpo?
- Merry: Es cierto.
- Pippin: Tienes razón.
- Sam: Yo no lo veo.
- Frodo: Claro que no lo ves, porque estoy vivo.
- Sam: No, es que no veo, los cristales me cayeron en los ojos.
Después de unos minutos consiguieron que Sam viera con claridad.
- Frodo: Anda que la idea de tirar piedrecitas a mi ventana... ¡Si está a ras del suelo! Podíais haber llamado dando unos toquecitos a la ventana.
- Pippin: Ya, pero a Merry y a mí nos pareció una idea muy graciosa.
- Frodo: Sí, muy graciosa. Como Bilbo se entere (que se enterara seguro) no me va a dejar salir hasta el día de la fiesta.
- Merry: Pues le decimos que han sido los Sacovilla-Bolsón.
- Frodo: Buena idea. Bueno, ¿a dónde iremos hoy?
- Merry: ¡ Al río!
- Sam: ¡A espiar a Rosita Coto!
- Pippin: ¡Al supermercado! Digo, ¡al huerto de Maggot!
- Frodo: Os propongo estar por aquí y no alejarnos mucho. Podemos ir a Delagua y acampar una noche.
Todos aceptaron (mas que nada porque amenazo a Merry y a Pippin de decirle a Bilbo quienes habían roto realmente la ventana). Cuando se disponían a partir a Frodo se le ocurrió una idea.
- Frodo: No se puede ir de acampada sin algunas cosas. Ahora vengo.
Al cabo del rato Frodo volvió con una mochila. Dentro había 2 botellas de vino de Bilbo, 4 coca-colas y un paquete de vasos de plástico.
- Frodo: Ya podemos irnos. Pero tened cuidado de que no os vea Bilbo, que me ha castigado por quitarle un anillito de nada. Yo lo quería empeñar para sacar algo de dinero. Cuando se dio cuenta de que lo tenia yo, casi me mata. Joder, que susto, parecía que se le iban a salir los ojos.
- Pippin: Pues si se ha puesto así por un anillo, ¿Cómo se pondrá por las botellas de vino que le acabas de birlar?
- Frodo: No importa. Nunca se enterara.
Así partieron los hobbits, sin ningún percance (excepto cuando salió Bilbo corriendo detrás de Frodo con un palo pidiendo explicaciones sobre la ventana).


Capitulo 2: El encuentro con Gandalf.

Los hobbits anduvieron rápidamente, gastando bromas pesadas a la gente que se cruzaba en su camino, como por ejemplo, poner unos huevos (que habían cogido en un nido) en el sombrero de un viejo hobbit o tirar piedras a la gente desde un árbol para que no los vieran.
Ya era mediodía y llagaron a Delagua. Montaron el campamento en un sitio alejado del pueblo, en un bonito sitio al lado del río, lleno de arboles y arbustos aromáticos.
- Frodo: Bueno, ¿qué habéis traído cada uno?
- Pippin: Yo he traído pan, queso y ginebra.
- Merry: Yo carne seca, miel y ron.
- Sam: Yo un bizcocho, panchitos, un paquete de pipas y tabaco.
- Frodo: Muy bueno.
Comieron tranquilamente entre la naturaleza y bebieron hasta emborracharse.
- Pippin: Passhame err calimossho Frrodo.
- Frodo: Toma compañero. Tu eresh mi mejorr amigo.
- Sam: ¡Buaaa! ¿Y a mi no me quierhesss? ¡Buaaa! ¡¡¡Me voy a suishidar!!!
- Merry: Yo shoy err único que te comprrende Samm.
- Sam: ¡Merry!
- Merry: ¡Samm!
- Frodo: Te odio Merry, ¿shabes? A ver shi te muerres.
- Sam: No te metash com mi amigo preferrido.
- Pippin: ¡Dale fuerrte Frodo!
- Merry: ¡Aúpa Samm!
Los hobbits comenzaron a pelearse de nuevo, pero como estaban borrachos, no acertaban ni a la de tres, y si conseguían pegarse, lo hacían con poca fuerza.
Merry y Pippin comenzaron a jugar a las palmitas, porque estaban aburridos de ver un combate tan cutre.
Pero en un mal movimiento, los dos luchadores cayeron en la hoguera que antes habían preparado, prendiendo sus ropas llenas de alcohol.
- Frodo: ¡AY! ¡QUE ME QUEMO!
- Sam: ¡AL RIO! ¡AY!
Los dos corrieron hacia el río mientras que Merry y Pippin les seguían imitando el sonido de un coche de bomberos.
El contacto con el agua fría hizo volver a la realidad a Frodo, que salió del agua inmediatamente después de apagarse.
- Frodo: ¡Leche, que fría! ¿Verdad, Sam? ¿Sam?
Frodo se dio cuenta de que unas burbujitas salían del río el lugar donde escasos segundos antes, estaba Sam.
- Frodo: ¡Rápido! ¡No dejéis que se hunda! ¡Él es el único al que le queda tabaco!
De entre los arbustos salió un viejo vestido de gris que corrió rápidamente hacia los hobbits.
- Viejo: ¿Alguien ha dicho tabaco? Digo... Hola Frodo, ¿te acuerdas de mí?
- Frodo: Si... déjame que piense... ¡ah! Ya recuerdo. Tú eres el amigo de Bilbo, ese que mato 11 hobbits el año pasado con unos fuegos artificiales. Gandalf, ¿no?
- Gandalf: Exactamente. Oye, es que he oído la palabra tabaco, ¿no te sobrara un poquitin por ahí? Es que se me han agotado las reservas y no sé dónde pueden darme algo...
- Frodo: ¡Buf! Pues se me acaba de acabar. Mi compañero Sam puede que tenga pero... ¡Ay! ¡Que se me había olvidado! ¡Se ha caído al río y no sabe nadar!
- Gandalf: ¿Con el tabaco?
- Frodo: ¡Sí!
- Gandalf: ¡Que desgracia! ¡Hay que sacarlo pronto!
Gandalf y Frodo se lanzaron al agua en busca de Sam (o del tabaco, según se vea) mientras que Merry y Pippin se habían echado a dormir la mona debajo de un árbol.
- Gandalf: ¡Ya lo tengo!
- Frodo: ¿Tienes a Sam?
- Gandalf: No, tengo la cena. (Muestra un pez)
- Frodo: ¡No! ¡Deja el pez! Hay que cogerle antes de que se ahogue.
Por fin sacaron al pobre Sam del agua, empapado como una rata y tosiendo.
- Frodo: ¿Esta bien?
- Gandalf: Bueno, esta un poco mojado, pero si se seca podrá fumarse sin problemas.
- Frodo: ¡El tabaco no, el hobbit!
- Gandalf: ¡Ah! Pues lo siento, ha muerto.
- Frodo: ¿¡¿¡¿Qué?!?!?
- Gandalf: ¡Que era una broma! ¡Juajajajajajaja! Visto que Gandalf no iba a hacer nada por ayudar, Frodo decidió ver como se encontraba Sam. Estaba tiritando y decía palabras rápidamente, entre las que Frodo pudo distinguir "Menos mal que llevaba tabaco encima".


Capitulo 3: El elfo.

Esa noche fue la peor que habían pasado los hobbits hasta entonces.
Gandalf no dejaba de cantar canciones estúpidas a toda voz, para desgracia de los hobbits, que tenían una resaca de aúpa, y Sam no dejaba de tiritar.
- Gandalf: Isildur se fue a la guerra/ mire usted mire usted/ que pena/ Isildur se fue a la guerra/ no sé cuando vendrá.
- Frodo: ¡Cállate ¿quieres?!
- Gandalf: ¿No te gusta la canción? ¿Puede que te guste esta? : Un olifante/ se balanceaba/ en la tela de Ella-Laraña/ y como veía/ que no se caía/ fue a llamar a otro olifante.
- Merry: ¡ Por favor, piedad!
- Pippin: Un olifante...
- Merry: ¡Pippin! ¿Qué haces?
- Pippin: Admite que es pegadiza.
¡¡¡Clac-clac-clac-clac!!!
- Frodo: ¿Quién toca las castañuelas?
- Sam: Sonnn misss dientesss...
- Gandalf: Estáis así gracias al botellón  que hicisteis. Así aprenderéis que el alcohol es malo. Por cierto, ¿os queda algo de vino?
- Frodo: Te lo regalo si nos dejas dormir de una vez.
- Gandalf: De acuerdo.
Después de unos minutos...
- Merry: Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z
- Pippin: Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z
- Frodo: Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z
- Sam: Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z
- Gandalf: Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z-Z
- Voz: Que llueva/ que llueva/ el Valar de las cuevas/ los pajarillos cantan/ las nubes se levantan/ que si/ que no/ que caiga un chaparrón/ que rompan los cristales de Rivendel/ y los míos no/ porque son de cartón/ lembas y turrón.
- Frodo: ¡Cállate ya, maldito mago de mierda!
- Merry: ¡¡¡Me cago´n tos tus muertos!!!
- Gandalf: ¡Pero si yo no he sido!
- Pippin: ¿Entonces quien ha sido?
- Gandalf: Vamos a verlo.
Allí se encontraba. ¡Era un elfo! Los hobbits nunca habían visto algo parecido. Su piel era clara, sus cabellos eran lisos y dorados y sus ojos reflejaban una luz parecida a la de todas las estrellas del cielo.
- Gandalf: ¡Oh, no! ¡Es Silme!
- Frodo: ¿Quién?
- Gandalf: Es un elfo al que le debo pasta. ¡Si me encuentra me va a matar!
- Frodo: ¿Sí? Pues entonces... ¡¡¡SILME!!!! ¡¡¡AQUÍ ESTA GANDALF!!! ¡¡¡CORRE!!!
- Gandalf: Maldito chivato...
- Silme: Hola Gandalf. Te estaba buscando. Ya sabes, por lo del dinero.
- Gandalf: ¡Ah! ¡Hola Silme! ¿Cómo estas?
- Silme: Muy bien. Venga, suelta los jeuros (los jeuros era el dinero de la TM)
- Gandalf: ¡Buf! Me has pillado sin suelto. Solo tengo la tarjeta de crédito. Pero acepta estas botellas de vino.
- Frodo: ¡Ey! ¡Que no te regale todo el vino!
- Gandalf: Calla enano chivato. Se las doy por tu culpa.
- Silme: ¡Anda! ¡Si sois hobbits! Mira que bien. ¿Os importa que me quede a vuestra fiesta?
- Merry: ¿Fiesta? ¿De que habla este?
- Gandalf: ¡Por supuesto! ¡Una fiesta! ¡Claro que puedes!
Así que a las 4 de la mañana, los hobbits tuvieron que aguantar cantar a Gandalf, a Silme y a Pippin que se había unido a ellos.
- Merry: Joder Frodo, podías haberte callado.
- Frodo: Shhh, calla, ya tengo suficiente con estos dos.
Lo peor de todo, era que Sam había empeorado y temblaba mas que un anuncio de gelatina Royal. Tenia fiebre y deliraba.
- Frodo: Oye, Gandalf, que Sam esta muy enfermo.
- Silme: Dejadme a mí, que sé mucho de medicina. Yo era veterinario...
Silme se acerco a Sam y le toco la frente. Puso una cara bastante grave.
- Silme: Lo siento, va a morir.
- Frodo: ¿Qué?
- Silme: ¡¡¡Juajajajajajaja!!! ¡¡¡Que es broma!!!
- Gandalf: ¡Juajajajajaja! Eres la bomba tío, tenias que ser comediante.
Pues sí. Al parecer, Gandalf y Silme eran igual de "graciosos".
- Silme: A este le curo yo en un periquete.
Silme trajo agua del río, la puso a hervir y le añadió unas hojas. Luego le hizo beber la infusión.
- Sam: ¡Puaj! ¡Que asco! ¿No lo venden con sabor a fresa?
- Silme: Que va. Solo había con sabor a naranja amarga.
Pronto los hobbits se durmieron, pero Silme y Gandalf cantaron hasta el amanecer.


Capitulo 4: Ethuil.

Amaneció nublado. El viento levantaba las hojas secas. Hacia frío.
Los hobbits tenían resaca y no se podían levantar, pero Silme les preparo una infusión que les quito todas las molestias del día anterior.
Desayunaron algo de bizcocho y algún que otro pez que había pescado el elfo.
Gandalf hizo algunos trucos de magia para entretener a los hobbits.
- Gandalf: Antes de nada necesito una cartera con dinero.
- Merry: Toma la mía.
- Gandalf: Pongo tu cartera en mi sombrero y Pataflan-pataflin, tu cartera no esta aquí.
Gandalf volcó en sombrero y ¡no había nada!
- Frodo: Anda, que chulo. Enséñame como se hace...
- Gandalf: Los magos nunca revelan sus secretos.
- Merry: Muy bueno, pero... dame mi cartera.
- Gandalf: No puedo, ha desaparecido.
- Merry: (Sacando una navaja) O me devuelves mi cartera o te rajo.
- Gandalf: Ya va. Pataflif-pataflof, tu cartera apareció.
- Frodo: Oye Gandalf, tu le hiciste ese mismo truco a Bilbo, pero no le devolviste el dinero.
- Gandalf: Ejemmmm... ¡Sí! Pero mira lo que tengo para ti. Pleple-plichin, un perrito para ti.
Del sombrero salió un perrito muy mono que salió corriendo hacia el río, se metió en el agua y se lo llevo la corriente.
- Frodo: Te hará falta algo mejor para comprar mi silencio.
- Gandalf. Ya. De acuerdo. Musma-vista, para ti una revista.
Gandalf saco el play-hobbit del sombrero.
- Gandalf: Cuídala bien,  este numero es especial gondorianas.
- Frodo: Mis labios están sellados.
Silme y Gandalf fueron a dar un paseo por los alrededores, debido a unos asuntos importantes que tenia que cumplir el mago.
- Gandalf: Portados bien, ¿vale?
- Hobbits: Siiiii.
Cuando se adentraron en el bosque, Frodo saco la revista para que la vieran los otros.
- Frodo: Cada mirada a la revista un jeuro.
- Pippin: ¿No hay descuentos?
- Frodo: Si, cinco miradas 3 jeuros, y 10 miradas 5.
A los cinco minutos, Frodo se había embolsado 15 jeuros. Estaban mirando todavía la revista cuando una melodiosa voz les hizo mirar al río.
Una hermosa elfa vestida de blanco y verde estaba cepillando la crin de un caballo marrón que bebía del río.
Sus cabellos eran igual que los de Silme y sus ojos eran jóvenes y limpios.
Rápidamente, Frodo se acerco hacia la elfa, con mucho cuidado, silenciosamente. Estaba enfrente de ella. Su piel era blanca y lisa. Parecía ser joven entre los elfos. Frodo se quedo embobado ante su belleza. La elfa seguía cantando. Frodo dio un paso, pero se tropezó y callo rodando hacia ella. Frodo miro a la elfa y se desmayó.
Los hobbits corrieron hacia Frodo. Se había dado en la cabeza con un árbol.
La elfa miro a Frodo y lo cogió en brazos sin decir palabra. Lo monto en su caballo y se fue, ante las miradas asombradas de los hobbits.
- Pippin: ¡Se lleva a Frodo!
- Merry: Vamos a seguirla.
- Sam: Si, sigámosle.
Los hobbits caminaron en silencio detrás de la elfa, a la que parecía no importarle que la siguieran.
Anduvieron sin descanso hasta llegar a una roca. La elfa aparto algunos arbustos, y, ante sus ojos apareció un pasadizo estrecho y bajo. Susurro unas palabras a su caballo, que se fue trotando y entro. Los hobbits dudaron en entrar o no, pero al final, Sam convenció a los otros, una cosa muy extraña, pensaron Merry y Pippin, porque el y Frodo siempre se habían llevado mal. Luego se dieron cuenta de que Frodo tenia la revista, y Sam todavía no la había visto.
El pasadizo se hizo más grande después de unos pasos. Pasaron a una sala tallada en roca viva, pero que, a pesar de no tener ninguna abertura, irradiaba luz.
La elfa tumbo a Frodo en una cama y se acerco a una tina de agua. Mojo un trapo con agua y le limpio las heridas.
Por fin Frodo abrió los ojos.
- Frodo: ¿Que... que me ha pasado?
- Merry: Nada, solamente te abriste la cabeza.
- Frodo: Ah, solo eso. Creía que me había pasado algo grave. A propósito, ¿dónde estoy?
- Elfa: Estas en la morada de Ethuil y Silme, los elfos de la Comarca.
- Frodo: Ah, hola, soy Frodo Bolsón, y estos son...
- Ethuil: Pippin, Merry y Sam.
- Frodo: ¿Cómo lo sabes? ¿Eres adivina?
- Ethuil: No, soy una elfa, y los elfos lo sabemos todo. Además lo oí mientras mi caballo bebía en el río.
- Pippin: ¿Aunque esta es la casa de Silme?
- Ethuil: ¿Lo conocéis?
- Merry: Si, es un amigo o algo parecido.
- Pippin: (Sentándose en un sillón de mimbre y poniendo los pies en una mesita de madera) Ethuil, maja, ¿No tendrás una cervecita para mí?
- Ethuil: ¿Cómo?
- Merry: ¡No seas maleducado, Pippin! (Le pone un posavasos debajo de cada pie). Mucho mejor. Bueno, yo quiero una jarra de hidromiel marca Beorn.
- Sam: Yo quiero otra cerveza, pero cerveza negra de los valles de los enanos de La Montaña Solitaria. Pero de otra marca no, que no me gusta.
- Ethuil: ¿Y tu Frodo?
- Frodo: Yo quiero..... (Empieza a bailar de una forma muy rara)
- Ethuil: ¿El que?
Todos los hobbits comenzaron a bailar. Después de estar media hora bailando, Frodo hablo.
- Frodo: Quiero un "Baileys" tía, que no te enteras de nada.
- Pippin: Y unos panchitos.
- Sam: Ya de paso me traes unos quicos.
- Merry: Yo quiero palomitas.
- Ethuil: ¡Sí, claro! ¡Y yo quiero unas vacaciones pagadas en Rivendel!
- Frodo: Perdona, nos hemos pasado. Con las bebidas basta.
Al rato, Ethuil volvió con las bebidas. Merry se sentó en otro sillón, y Ethuil, Frodo y Sam se sentaron en un sofá.
- Frodo: Esto, Ethuil, ¿tú estas casada con Silme?
- Ethuil: ¡Oh, no, que va! Silme es mi hermanito mayor. Yo estoy soltera.
- Pippin: Si no te importa, ¿puedes decirnos cuantos años tienes?
- Ethuil: Sí, claro. Tengo 12.658 años. ¡¡¡Juajajajajajajaja!!!
- Merry: Veo que eres tan graciosa como tu hermano.
- Ethuil: Si, mi hermano es la monda. Bueno, yo tengo 132 años. Ya veis que soy bastante joven (respecto a los elfos claro).
- Frodo: ¡Anda! Yo tengo 32 años. Casi igual que tu.
- Sam: Sí, prácticamente la misma edad. Solo que ella tiene un uno delante del treinta y dos.
- Frodo: Bueno, (pasándole el hombro por encima) ya veo que somos almas gemelas.
- Ethuil: Ya. (Aparta el brazo de Frodo) Oye Pippin, tú eres el más pequeño, ¿verdad?
- Pippin: Sí, hermosa princesa de los bosques.
- Ethuil: ¡Ois, que mono! ¡Ven, siéntate en mi regazo!
- Pippin: (Poniendo cara de niño bueno) Gracias mi señora, pero no soy digno de tal honor.
- Ethuil: ¡Pero que niño mas mono! ¡Venga, que no pasa nada!
Pippin se sentó en el regazo de la elfa, que le acariciaba las mejillas y le rascaba detrás de las orejas. Merry, Sam y Frodo tenían la mirada perdida, los labios apretados de furia y el ceño fruncido, como si todos estuvieran recordando algo, quizás un sueño, parecido a lo que estaba viviendo Pippin en ese mismo instante.