El Señor de los Anillacos

Al levantarse los elfos les habían robado los vinos y le habían dejado panes y budines de frutas secas. Los Bobbits se lamentaron mucho, pero no tanto luego de comer los budines y panes. Froto no olvido lo dicho por Gandulfo, y acompaño los budines con una buena leche tibia.

Guardaron los budines y panes sobrantes (eran como 3 budines y 4 panes) siguieron el Camino y una tormenta furiosa los obligo a acampar bajo un enorme árbol que los viejos borrachos (que se decian de sabios) llamaban: Caratus Des Barrois, mas conocido como Cara de Barro. Cocinaron arroz con pollo y mas canciones molestas les venían a sus mentes atrofiadas.

Ya tenían sueño y no querían cantar, así que como era de esperarse se echaron a dormir.

A la mañana siguiente al levantarse se dieron cuenta que Cara de Barro, se había movido y habían dormido al intemperie. (eso explicaba por que estaban tan pegaditos y juntitos, abrazados… bue… lo dejamo ahí…)

Pues bien, no demoraron mucho y decidieron partir.

Cargaron las cosas, desayunar y emprendieron el viaje.

Ingresaron a un bosque muy tupido, por donde caminaban se tropezaban con algo. Luego el bosque se convirtió en una zona seca, con muy escasos árboles y un suelo llano (eso ya no era un bosque…). Pese a la suerte a favor, los estúpidos Bobbits se tropezaban de cualquier modo, pero ahora entre ellos.

Luego de mucho caminar los Bobbits decidieron acampar. Armaron su humilde morada (choza), y prepararon la comida (porquería). Saborearon un arroz chino, con un jugo de arroz chino, de postre se deleitaron con un plato suculento de arroz chino remojado con arroz chino ajaponeisado y arroz con leche chino uruguayo. También tenían sanguche de chorizo.

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