La Caida de Gondolin

A Enrique le encanta "La Caída de Gondolin" de Los Cuentos Perdidos pero cree que ésta tiene dos grandes fallos: a) es demasiado larga b) tiene un monton de "incoherencias" mitológicas Por este motivo, nuestro amigo fabricó el "pedacito" que le falta al Silmarillion y lo añadió a una mezcla de trozos de la Caída de Gondolin original y la que se narra en El Silmarillion. ¿El resultado? Comprobadlo por vuestra cuenta.

II- De Voronwë y la llegada a Gondolin

>>Así llegó por fin a las estancias desiertas de Vinyamar bajo el Monte Taras y entro en ellas y encontró allí un escudo y una cota y una espada y un yelmo mucho mejor que cualquier otro que hubiera visto en su vida, y del oeste vino una gran tormenta, y de esa tormenta, Ulmo, el Ainu,  Señor de las Aguas, se alzó majestuosamente y le habló a Tuor que estaba a las orillas del mar, y Tuor casi murió de temor al escucharlo, porque la voz de Ulmo es profunda como las mas recónditas profundidades; tan profunda como sus ojos, que son lo más profundo que existe. Y  le hablo así: -Oh, Tuor, el del corazón solitario, no permitiré que vivas por siempre jamás en hermosos parajes llenos de pájaros y flores, y tampoco deseo arrancarte de esta hermosa tierra, pero así debe ser. Emprende ahora el viaje que te está destinado y no demores, porque tu sino se encuentra lejos de aquí. Ahora debes recorrer las tierras en busca de la ciudad oculta habitada por los Gondolindrim. Allí vivirás un tiempo y conocerás el amor y el odio y dirás a sus habitantes que una terrible profecía cayó sobre la ciudad y que la ahora protegida de las maldades de Morgoth. pronto será atacada. Toma ahora esta gran capa, que te ocultará de los ojos de La Sombra mientras la lleves y parte.- Y Ulmo ya no dijo mas y se desvaneció en la niebla.

>>Y Tuor avanzó por senderos y grutas secretas, y atravesó montaña pero de vez en cuando perdía el rumbo y tenía que trepar a la cumbre de las lomas y de las colinas para escudriñar los alrededores. Sin embargo no veía indicios de lugares habitados y, en realidad, su objetivo no era fácil de hallar pues ni siquiera Morgoth, ni sus espías lo habían descubierto aun. Tuor cayó pues presa de un gran agotamiento, y estaba sentado junto a las torrentosas aguas del río, pero Voronwë el fiel se le acercó y le dijo al oído: -Tuor, no dejes de pensar que algún día conseguirás lo que deseas; levántate ahora y seamos amigos, pues aunque soy Noldor no conozco todos los senderos, porque soy solo artesano, mas oigo susurros y comentarios en secreto en los que se habla de una ciudad donde los Eldar pueden vivir en libertad si encuentran el camino oculto que conduce a ella, y, sin duda, los dos podremos encontrar el camino que lleva a esa ciudad donde reina la libertad- Y es que Voronwë hijo de Aranwë también había sido también encaminado por Ulmo hasta allí y era elfo de noble estirpe y agradable voz. Y así Tuor se levantó y le habló de él y sus aventuras y juntos se encaminaron fatigosamente hacia el este bajo los picos de las Montañas de la Sombra.

>>Anduvieron así en busca de Gondolin , hasta que después de muchos días llegaron a un profundo valle rodeado de colinas. El río avanzaba veloz y con gran estruendo sobre un lecho de piedras y oculto entre espesos bosquecillos de alisos; pero las laderas que rodeaban el valle eran escarpadas porque estaban cerca de unas montañas que ninguno de los dos conocían. Allí, en la verde ladera, el elfo encontró una abertura que parecía una enorme puerta con un declive a cada lado y estaba rodeada de espesos arbustos y largas malezas enmarañadas; pero nada quedaba oculto a la penetrante mirada de Voronwë. Sin embargo, se dice que quienes la habían construido rodearon el lugar de tales sortilegios (con la ayuda de Ulmo, cuyo poder se extendía por el río aunque el terror de Morgoth cubriera sus orillas) que nadie podía llegar allí solo por azar. Los Noldor ocultaban de este modo su ciudad por temor a Morgoth, pero no pocos valerosos de su raza se deslizaban por el río Sirion desde las montañas y, aunque muchos perdieron la vida por la crueldad de Morgoth, también muchos hallaron este mágico paso y llegaron a la ciudad de los Gondolindrim.

>> Tuor y Voronwë  sintieron un enorme júbilo al encontrar ese portal, pero al atravesarlo descubrieron un pasadizo oscuro, accidentado y sinuoso y por mucho tiempo avanzaron dificultosamente por el interior de los túneles. El lugar estaba plagado de pavorosos ecos y a sus espaldas escuchaban innumerables pasos, de modo que Voronwë se aterrorizó y dijo:- Son sin duda los trasgos de Morgoth, los Orcos de las colinas –Entonces echaron a correr, tropezando con las piedras en medio de la oscuridad, hasta darse cuenta de que sólo era una ilusión creada por ese lugar. Después de lo que les pareció una eternidad, en la que avanzaban a tientas, llegaron a un lugar en el que se veía a lo lejos un destello de luz y, acercándose a esa luz, encontraron una entrada similar a la que ya habían cruzado, pero que no estaba oculta. Entonces salieron a la luz del sol y por un instante no pudieron ver nada, pero de inmediato se oyó el sonido de un gong y de armaduras entrechocando y en un instante se vieron rodeados por guerreros cubiertos de acero.


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