Gilraen la Bella
Este es un relato de mi autoría, espero que les guste. Me pareció que ya que sabemos tan poco sobre la madre de Aragorn, su vida era un buen tema para una historia.
Capítulo 1.
- ¡Padre! La comida esta servida, ven que se enfriará! … y mis hermanos? – Ya vienen mi titta sildë (pequeña niña) – dijo Dírhael mirando a su hija – eres una verdadera joya…-añadió.
La niña sonrió, era hermosa en efecto. Su cabello caía en graciosos remolinos castaños de tono oscuro y su piel, blanca aunque algo dorada por el sol, era tersa como las plumas de un cisne.
Los ojos le brillaron ante la ternura de su padre y dijo – Di a mamá que me espere, traeré a mis hermanos – y con una sonrisa, se interno corriendo en la arboleda.
- ¡¡¡Kamthalión, Turangdil!!! Dónde están?!!- no escuchó ninguna respuesta salvo el choque del acero. Llegó hasta un claro, allí estaban sus hermanos, altos y hermosos, batiéndose en una reñida competencia de lucha con espadas- ¿ Otra ves con las espadas? ¿Acaso no han entrenado suficiente por hoy?- ¡No! Nunca es suficiente! – contestó un sonriente Turangdil – Con razón nuestra madre te llamó así (“Devoto amo del acero”)- Tú también deberías hacerlo Gilraen, nunca se sabe!- dijo entusiasta Kamthalión- ¡Yo practico, y mucho! - se defendió la niña – Que ustedes no me vean no significa que no lo haga, mi padre me ha enseñado a usar el arco y la espada al igual que a ustedes – Bueno – dijo el mayor- deberás enfrentarnos si quieres llevarnos a casa! - ¿A si, Kamthalión?...tengo armas que ustedes desconocen…- los hermanos dejaron la lucha y miraron desconcertados a la muchacha- Si se demoran más mamá me regañará a mi también…y va a ser su culpa…- continuó la niña, con un encantador mohín de tristeza – Esta bien, vamos - dijeron los jóvenes con un suspiro – ¿Ven como les vencí? – rió la hermana.
Ivorwen y su esposo esperaban a sus hijos en el dintel de la puerta, cuando les vieron aparecer caminando a prisa y riendo.
Dirhael observaba pensativo a su hija - …Me preocupa…- dijo como para sí – empieza a verse como una doncellita, está creciendo frente a nuestros ojos y se vuelve cada vez más hermosa- Mhh…acaso el celoso padre teme que arranquen a la niña de su lado?- dijo cariñosa Ivorwen, con una sonrisa- No es eso mujer, temo…temo que esa belleza le hará sufrir- la dama se abrazó a su marido- Nada has de temer, por lo menos no por ahora, aún es sólo una niña, tiene apenas catorce años… y si algún día habrá de sufrir, será su decisión, sabes que el dolor puede traer cosas buenas e importantes y tu hija es sabia Dirhael, a pesar de ser pequeña…- ¿Acaso ves en su futuro?- …No lo sé, pero sea lo que sea que haya de pasar con nuestra niñita, será importante y sólo el tiempo lo revelará.
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