Batalla librada el 20 de junio del año 3018 de la Tercera Edad entre los Elfos y los Orcos en el Bosque Negro.
Según se nos dijo en el Concilio de Elrond, cuando Aragorn logró capturar a Gollum decidió que le mejor sitio para tenerlo a buen recaudo era el Reino de Thranduil, en el norte del Bosque Negro, y por tanto, y sin demora, se dirigió hacia allí con su cautivo. Una vez en el Bosque Negro dejó al cautivo al cuidado de los Elfos, y a instancias de Gandalf, Gollum, fue sometido a intensa vigilancia de día y de noche.
Pero también Gandalf había dicho a los Elfos que aún existía la posibilidad de que Gollum se curase, y por ello decidieron que no sería conveniente tenerlo encerrado todo el tiempo en un calabozo bajo tierra. Por este motivo los Elfos llevaban de vez en cuando al cautivo a los bosques, concretamente a un árbol que estaba muy separado de los otros y donde era fácil vigilarlo para evitar que escapara.
Sucedió un día que una vez subido al árbol se negó a bajar, los guardias no tenían ganas de ir a buscarlo, y por tanto decidieron montar la vigilancia al pie del árbol hasta que Gollum decidiera bajar. Se dice que ese día, el 20 de junio del 3018 T.E., se produjo la que podemos llamar Batalla del Bosque Negro. En realidad no se trata de una batalla en toda regla, sino más bien de una escaramuza de los Orcos, cuyo objetivo era capturar a Gollum. Era de noche cuando de repente los Orcos atacaron a los Elfos que montaban guardia al pie del árbol. Los Elfos rechazaron el ataque pero eran muchos y muy feroces, y finalmente, cuando la lucha cesó, los Elfos descubrieron que Gollum había escapado, y que los guardianes habían muerto o habían sido apresados. De inmediato siguieron sus huellas y emprendieron su persecución, pero los Orcos, pese a proceder de las montañas, se movían deprisa por el bosque, y alejándose en dirección sur a través del Bosque Negro se internaron en las cercanías de Dol Guldur. Fue entonces cuando los Elfos cesaron su persecución pues esa tierra estaba plagada de criaturas maléficas, y por tanto no se atrevieron a entrar allí. La consecuencia de estos hechos fue que Gollum, una vez libre de Elfos y Orcos, volvió a la búsqueda de su preciado Tesoro.