Toma de Isengard

Lugar: Isengard

Protagonistas: Rohirrim y Dunledinos

Año o época: 2759 TE

Asedio librado en el año 2759 de la Tercera Edad entre los Rohirrim y los Dunlendinos en la fortaleza de Isengard.

Dicen las Crónicas que los Dunlendinos odiaban a los Rohirrim debido a que éstos, en la Tercera Edad, les expulsaron de los valles al norte de las Ered Nimrais y de las praderas del oeste de Rohan cuando fundaron su reino, y por tanto aprovechaban cualquier oportunidad que se les presentara para atacar a sus odiados enemigos de Rohan.

En los días de Cirion, Gondor conservaba aún la fortaleza de Angrenost bajo su cuidado, y para tal fin se encontraba ocupada por una guarnición de gondoreanos que, con el tiempo, se convirtieron en un pequeño pueblo gobernado por una capitanía hereditaria, si bien las llaves de Orthanc estaban al cuidado del Senescal de Gondor. Sin embargo, y con el paso del tiempo, la vigilancia sobre la fortaleza fue descuidada, y la descendencia de los capitanes gondoreanos que estaban al mando fue interrumpida, pasando el mando de la fortaleza a manos de una familia cuya sangre estaba mezclada hacía mucho tiempo y cuya inclinación recaía más a favor de los Dunlendinos que hacia los “salvajes” Hombres del Norte que habían usurpado sus tierras. Así fue que tras la muerte del Rey Aldor los Dunlendinos empezaron a infiltrarse en el norte del Folde Oeste y se instalaron en los valles cercanos a Isengard.

Fue durante el reinado de Déor que estos Dunlendinos comenzaron a mostrarse abiertamente hostiles, realizando incursiones para robar los rebaños y los caballos de los Rohirrim en el Folde Oeste. Era evidente que los atacantes no habían cruzado los Vados pues éstos se encontraban vigilados, y por ello Déor condujo una expedición al norte que se encontró con una hueste de Dunlendinos. Déor venció a los invasores, y creyendo que había librado a Isengard del sitio de los Dunlendinos se encaminó a las puertas de la fortaleza, donde se dice que recibió como respuesta el disparo de una flecha. Más tarde se supo que los Dunlendinos, tras ser admitidos como amigos, se habían apoderado de la fortaleza, matando a los que no estaban dispuestos a mezclarse con el pueblo invasor.

Déor envió la noticia al Senescal de Gondor en el año 2710 T.E., pero en esos momentos no le era posible a Gondor enviar ayuda para desalojar al enemigo, pues se necesitaba de un gran ejército para poder penetrar en la fortaleza, que hasta ese entonces nunca había sido tomada por ningún enemigo. Déor no tuvo más remedio que mantener una gran fuerza de jinetes en el norte del Folde Oeste para evitar las invasiones que los Dunlendinos podrían lanzar desde su nueva fortaleza.

Por tanto los Dunlendinos ocuparon Isengard por largo tiempo, y no fue hasta después del Largo Invierno que, reducidos por una gran hambruna, tuvieron que ceder ante las fuerzas de Fréaláf, que iniciaron el asedio de la fortaleza, para no morir de hambre, capitulando y abandonando Isengard tras ser expulsados de la misma antes de que finalizase el año 2759 T.E. Tras estos hechos Fréaláf fue nombrado Rey de Rohan.

A causa de estos hechos comprendemos por qué cuando Saruman se ofreció a hacerse cargo de Isengard tal oferta fuera tan bien ofrecida tanto por el Rey Fréaláf como por el Senescal Beren, que veían la oportunidad de tener un aliado muy capaz encargado de llevar a cabo las defensas del Oeste. Sin embargo, y tal y como más tarde se pudo comprobar, Saruman, con el paso del tiempo, no resultó ser un aliado, sino un enemigo que apunto estuvo de hacer sucumbir al Reino de Rohan.