Quebradas del Oeste
Pequeña alineación de colinas, de escasa altura y anchura, pero de una considerable longitud, unos 130 kilómetros, lo que le sirvió a las gentes de La Comarca para establecer en ellas su frontera oeste. Eran una parte de esa especie de anillo de quebradas concéntricas que se extendían por todo Eriador, y por su proximidad a las Quebradas Blancas, es presumible que su composición principal fuese la greda. Con la adjudicación de las tierras de la Frontera Oeste a La Comarca, las Colinas del Zorro, como también eran conocidas por la abundancia de este animal, dejaron de marcar un límite fronterizo, y algunas familias se instalaron en Encina Verde.