Seguramente que Gustavo Acosta puede parecer un tipo normal, no muy diferente a cualquier persona de esas con las que diariamente coincidimos en el metro, el autobús o en los ascensores de los grandes centros de trabajo; tipos anónimos sin ningún rasgo que los eleve o hunda de entre la canalla... Sin embargo, nos encontramos ante todo un guerrero: pasional, entregado, sincero, belicoso, intolerante, polémico, lírico, contundente, romántico...seguramente que el interesado no comparte algunos de estos adjetivos, pero son los que me provoca luego de conocer un poco su vida, obras y milagros. Cuando Gustavo Acosta habla, tiemblan los cimientos...
(sigue)
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