HOWARD SHORE

Opinión de Tombo sobre la designación de Howard Shore para la creación de la banda sonora de El Señor de los Anillos.
Howard Shore      Por fin, según todas las informaciones ya tenemos a nuestro hombre. Y ese es Howard Shore, personalidad musical interesante donde las haya. No hay que ser un lince para apreciar lo mucho que ha sorprendido la designación de Shore para nuestra banda sonora favorita, al menos para mí, tampoco me gustaría generalizar. No lo es tanto si observamos un acercamiento evidente en los últimos tiempos entre la New Line y Howard Shore (véase la película The Cell). Se barajaban nombres ilustres, desde Kilar (de nombre complicado) hasta James Horner, pasando por el omnipresente John Williams (misión imposible, asumida por casi todos). Pero ha sido un "desconocido" el que se ha llevado el gato al agua. Y digo "desconocido" a conciencia. Porque Howard Shore está alejado de las etiquetas más formales, y de los círculos más populares en ésto de las bandas sonoras. Pero su nombre, en Hollywood, implica un gran respeto.
El Silencio de los Corderos     
    Howard Shore nació en Octubre de 1946 en Toronto, Canadá (hermosa tierra). Estudió composición en la famosa escuela de Berklee, y pronto se dedicó al jazz y al rock. Evidentemente se trata de una carrera muy trabajada, en la que nadie le ha regalado nada. El salto al mundo de las bandas sonoras cinematográficas vino de la mano del director David Cronenberg, cuya colaboración ha proporcionado hermosos frutos: La Mosca, M. Butterfly, Crash, etc. Pero su verdadero reconocimiento vino con la estupenda banda sonora de El Silencio de los Corderos, donde un servidor supo lo qué es la tensión, el miedo, el desconocimiento a través de una música perfectamente integrada en las imágenes (recuerdo con admiración la escena de Jodie Foster caminando a través del lúgubre pasillo del psiquiátrico en busca del doctor Lecter). Pero su producción es casi inabarcable, tanto que no es posible hacer una lista sin aburrir al personal. Su trabajo es hasta abusivo, llegando a realizar dos y tres bandas sonoras al año. ¿Es excesivo?. En mi opinión, sí. En los últimos diez años, la calidad de las películas en las que ha trabajado ha aumentado vertiginosamente, recordemos El Cliente, The Game, Ed Wood, ExistenZ, Dogma, etc.

    Pero, una pregunta importante y que estáis esperando ansiosamente: ¿cómo son las bandas sonoras compuestas por Howard Shore?. Una primera audición puede resultar totalmente decepcionante, por lo atípico de los resultados. Realmente está muy alejado de las fanfarrias y grandes himnos de un John Williams y de un James Horner. Eso sí, cuando traspasamos esos primeros temores, podemos encontrar todo The Game un mundo fascinante. En verdad conozco pocos compositores que integren tan perfectamente la música con las imágenes. Todo está en su justa medida, y en el momento apropiado. Si quieres pasar miedo, Shore te lo proporcionará, si es deseo lo que pretendes, sin duda ahí estará. Es, sin duda, el fin último, la máxima expresión de banda sonora lo que consigue Howard Shore. Y para ello hace uso de un sinfín de herramientas y recursos. Desde sintetizadores, música electroacústica, instrumentación clásica, experimentación tímbrica, minimalismo estructural (odio el minimalismo como fin último, pero no como una herramienta más al servicio del artista).

    En fin, todo un repertorio técnico casi inabarcable que provoca que cada banda sonora suya sea hasta cierto punto diferente, tanto como las películas lo son entre sí. No esperemos a escuchar siempre lo mismo, sino lo que haya en la película, nada más. El estilo es, en definitiva, totalmente depurado, íntimo, estudioso de la psicología de la película, con total economía de medios. En este sentido, y no en otro, recuerda al impresionismo francés de principios de siglo (Debussy, Ravel, etc.). Permitidme recordar en estos momentos la hermosa música para The Game, toda unidad a través de un soliloquio del piano, moteado por diversos acompañamientos instrumentales que jamás perturban su "íntima conversación". Nada más perfecto para destacar el intimismo, la introspección, la soledad del protagonista. Se la recomiendo a todo el mundo.
Howard Shore     
    Hay atmósfera en la música de Shore, ¡vaya si la hay!, pero no esperemos que al salir del cine tarareemos la tonadilla de la película (¡qué bonita música acabamos de escuchar!), ni mucho menos. Lo más probable es que no nos hayamos dado cuenta de que existía música. Pero esto es lo más notable: verdaderamente habremos sentido. Por eso, aseguro que habrá misterio y terror en Moria, grandeza en Minas Tirith, desolación en Mordor, belleza en Lorien, alegría y despreocupación en la Comarca.
    
    Se dice que hay sólo dos tipos de bandas sonoras: aquellas que realmente notas en el cine, y aquellas que no notas en absoluto. Todo lo demás....mediocridad. Entre las primeras tendríamos a John Williams, James Horner, Nino Rota, Hermann, etc.; entre las segundas .....Howard Shore. Pero nuestro hombre es impredecible, habrá que esperar todo de él. Nada es imposible. Verdaderamente se la han jugado, es una apuesta arriesgada, con intenciones muy evidentes, nada "comercial" que esperemos no se malogre. Espero con ansiedad los resultados......como todos, naturalmente.