Mi primera impresión
Primera impresión de Las Dos Torres, después del Pase de Prensa de Barcelona
Mi primera impresión de Las Dos Torres
Describir la emoción que a uno le embarga al sentir que está a un paso de ver la película más esperada del año (o una de las tres más esperadas de mi vida) es desde todo punto de vista indescriptible. Hay que estar allí para entenderlo, con el corazón latiendo desesperadamente como si quisiera salírsele del pecho a uno, con un nudo en la garganta. El primer paso fue el detector de metales. Jamás había pasado por un control similar, parecía el acceso a Fort Knox, o a la cámara secreta donde Aznar juega con sus peluches. Mal menor. No me hubiera importado que me hubieran hecho desnudar para ver si escondía una cámara en miniatura, iba a entrar a ver Las Dos Torres. Una vez pasado el control, respiro con mayor facilidad, recorro el camino hasta la butaca, muy centradita ella, y me siento, esperando a Seoman. Echando un vistazo al imponente cine (Cinesa Diagonal), uno no puede imaginarse un marco más apropiado, es amplísimo, con butacas confortables, y un sonido brutal. Aparece el amigo Seoman; tenemos unos veinte minutos o algo así antes de que la película empiece, así que conversamos un ratito sobre diferentes cosas, aunque procurando no tocar mucho el tema de aquello que vamos a ver. Pese al ambiente relajado de la conversación, no puedo evitar que un gran nerviosismo se apodere de mí poco a poco, y echo miraditas cada vez más nerviosas a la pantalla, diciéndome a mí mismo: "¿porqué coño no empiezan ya?". Llegan las diez y media, y sin introducción previa por parte de ningún directivo, y sin anestesia, las luces se apagan y comienza a oirse la banda sonora, mientras el silencio de la sala es roto por la banda sonora, y los créditos rastan la oscuridad reinante... ¡voy a ver la peli! Ahora sé porque he estado esperando todo un año para esta película, amigos. No voy a revelar nada que no queráis saber, no quisiera que os perdierais absolutamente nada de aquello de lo que yo he disfrutado. No hay palabras para definirla, os lo aseguro, ni para compararla aún con La Comunidad del Anillo. Derrocha épica por todos sus poros, la acción es la más trepidante jamás vista en película del género hasta ahora, la fotografía es realmente digna de Tolkien, y los efectos especiales están de veras conseguidos. He de hacer una acotación en el tema del CGI de Gollum. En el Pase de Prensa de Madrid, al que asistieron Leandro y de nuevo, Seoman, le vieron demasiado digital, parecía pegado con cola barata en algunas secuencias, según comentaron. Al parecer, el proyector en dicha ciudad no tenía un contraste adecuado, de ahí que cantase tanto el CGI. Aquí, en Barcelona, tampoco se puede decir que imite a la realidad, se le nota sintético (más que nada porque en la naturaleza no existe un ser antropomórfico de tamaña fealdad), pero interactúa de forma brillante con seres animados, aunque en algún salto hecho por Gollum se le notan los movimientos forzados, como en la famosa escena de Legolas en la Comunidad del Anillo encima del Troll de Moria. Pero, ay, amigos, dejando a un lado el aspecto técnico del CGI de Gollum, su interpretación (o mejor dicho, la de Andy Serkis) ralla la perfección. Todos habéis leído el libro, ¿no?... bueno, habrá alguien a quien le quede algún pasaje... pues he de deciros que en ocasiones me encontré diciéndome a mí mismo: "¡madre mía, ESTO es el libro, ESTE es Gollum!". Eru... esa voz, esos ademanes, esa expresión facial... esos cambios de personalidad, de estado de ánimo... ¡todo PERFECTO! Naturalmente, habrá quien se queje de que en esta película no se respeta en su totalidad el libro, y es cierto, hay numerosas variantes, pero la mayoría están hechas con total precisión y acierto, que no se echa de menos nada, es más, incluso me maravillé con la facilidad con la que Peter Jackson había encontrado soluciones a los problemas que se derivan de una adaptación al cine de un libro magistral. Ya veréis a lo que me refiero el miércoles 18. En esta película hay muchísimos más guiños a Tolkien que en la primera, muchas más referencias temporales, mucha más ductilidad en todas las escenas. Se nota menos que el metraje ha sido acortado, aunque en algunas ocaciones sí (espero ansioso ya la versión extendida). La acción es trepidante, pero aún así, el espectador no siente una inmediata sensación de agobio, pero sí de impacto visual. Han dejado pequeños espacios para el que espectador descanse de tanta imagen impactante, y los han llenado con múltiples referencias "históricas", que dotan al conjunto de una mayor unidad, de un "contenido en la sombra", del que tanto hablaba Tolkien. Podría pensarse que no se transmite el espíritu que la primera tenía, ahogado por las espadas, las picas y las lanzas. Pero no, Peter Jackson ha conseguido ese difícil equilibrio entre acción y guión, indispensable para un buen resultado. El vestuario es de veras impactante. Este año el Oscar no creo que se le escape a Peter Jackson. Jamás he visto tamaño despliegue y variedad. Vista Las Dos Torres, LCDA se queda empequeñecida. Las espadas y armaduras son variadísimas, dada la cantidad de pueblos que se ven obligados a mostrar, y todas ellas con un gusto exquisito. Y los trajes, capuchas, cotas, ... una verdadera obra de arte. En cuanto a la esperadísima Batalla del Abismo de Helm que todos esperáis hay demasiado por decir, es de veras uno de los momentos culminantes de la película, y quizá me atrevería a decir, que es en dicha batalla y en su preparación donde todos los intérpretes dan la medida de su genialidad. Théoden es uno de los actores a destacar en esa película. En mi opinión personal, es el mejor con diferencia, y no porque los demás no hagan su trabajo a un buen nivel, sino porque Bernard Hill, sencillamente, se sale. Hay momentos en los que, más que un actor relativamente desconocido, parece un Robert De Niro en su mejor época. Y Gríma (Brad Douriff) ha nacido para interpretar su personaje. Rivaliza con Théoden en genialidad. De los demás, tan sólo me atrevo a destacarles como grupo, su actuación es más bien coral, y todos están muy bien, incluyendo a los hobbits, quienes ya no aparecen como si fueran unos torpes aldeanos de mañas y pensamientos fuera de lugar. Han madurado, y son parte importante de la trama. Habría tantas cosas que decir y que contaros... pero prefiero que las veais por vosotros mismos. No entiendo a Peter Jackson cuando dice que la tercera película será aún mejor, que esta no es nada en comparación con ella, porque es verdaderamente espectacular. Amigos... disfrutad de ella en el estreno, porque ese momento se os quedará grabado de forma indeleble...
Westu Théoden Hal!
Describir la emoción que a uno le embarga al sentir que está a un paso de ver la película más esperada del año (o una de las tres más esperadas de mi vida) es desde todo punto de vista indescriptible. Hay que estar allí para entenderlo, con el corazón latiendo desesperadamente como si quisiera salírsele del pecho a uno, con un nudo en la garganta. El primer paso fue el detector de metales. Jamás había pasado por un control similar, parecía el acceso a Fort Knox, o a la cámara secreta donde Aznar juega con sus peluches. Mal menor. No me hubiera importado que me hubieran hecho desnudar para ver si escondía una cámara en miniatura, iba a entrar a ver Las Dos Torres. Una vez pasado el control, respiro con mayor facilidad, recorro el camino hasta la butaca, muy centradita ella, y me siento, esperando a Seoman. Echando un vistazo al imponente cine (Cinesa Diagonal), uno no puede imaginarse un marco más apropiado, es amplísimo, con butacas confortables, y un sonido brutal. Aparece el amigo Seoman; tenemos unos veinte minutos o algo así antes de que la película empiece, así que conversamos un ratito sobre diferentes cosas, aunque procurando no tocar mucho el tema de aquello que vamos a ver. Pese al ambiente relajado de la conversación, no puedo evitar que un gran nerviosismo se apodere de mí poco a poco, y echo miraditas cada vez más nerviosas a la pantalla, diciéndome a mí mismo: "¿porqué coño no empiezan ya?". Llegan las diez y media, y sin introducción previa por parte de ningún directivo, y sin anestesia, las luces se apagan y comienza a oirse la banda sonora, mientras el silencio de la sala es roto por la banda sonora, y los créditos rastan la oscuridad reinante... ¡voy a ver la peli! Ahora sé porque he estado esperando todo un año para esta película, amigos. No voy a revelar nada que no queráis saber, no quisiera que os perdierais absolutamente nada de aquello de lo que yo he disfrutado. No hay palabras para definirla, os lo aseguro, ni para compararla aún con La Comunidad del Anillo. Derrocha épica por todos sus poros, la acción es la más trepidante jamás vista en película del género hasta ahora, la fotografía es realmente digna de Tolkien, y los efectos especiales están de veras conseguidos. He de hacer una acotación en el tema del CGI de Gollum. En el Pase de Prensa de Madrid, al que asistieron Leandro y de nuevo, Seoman, le vieron demasiado digital, parecía pegado con cola barata en algunas secuencias, según comentaron. Al parecer, el proyector en dicha ciudad no tenía un contraste adecuado, de ahí que cantase tanto el CGI. Aquí, en Barcelona, tampoco se puede decir que imite a la realidad, se le nota sintético (más que nada porque en la naturaleza no existe un ser antropomórfico de tamaña fealdad), pero interactúa de forma brillante con seres animados, aunque en algún salto hecho por Gollum se le notan los movimientos forzados, como en la famosa escena de Legolas en la Comunidad del Anillo encima del Troll de Moria. Pero, ay, amigos, dejando a un lado el aspecto técnico del CGI de Gollum, su interpretación (o mejor dicho, la de Andy Serkis) ralla la perfección. Todos habéis leído el libro, ¿no?... bueno, habrá alguien a quien le quede algún pasaje... pues he de deciros que en ocasiones me encontré diciéndome a mí mismo: "¡madre mía, ESTO es el libro, ESTE es Gollum!". Eru... esa voz, esos ademanes, esa expresión facial... esos cambios de personalidad, de estado de ánimo... ¡todo PERFECTO! Naturalmente, habrá quien se queje de que en esta película no se respeta en su totalidad el libro, y es cierto, hay numerosas variantes, pero la mayoría están hechas con total precisión y acierto, que no se echa de menos nada, es más, incluso me maravillé con la facilidad con la que Peter Jackson había encontrado soluciones a los problemas que se derivan de una adaptación al cine de un libro magistral. Ya veréis a lo que me refiero el miércoles 18. En esta película hay muchísimos más guiños a Tolkien que en la primera, muchas más referencias temporales, mucha más ductilidad en todas las escenas. Se nota menos que el metraje ha sido acortado, aunque en algunas ocaciones sí (espero ansioso ya la versión extendida). La acción es trepidante, pero aún así, el espectador no siente una inmediata sensación de agobio, pero sí de impacto visual. Han dejado pequeños espacios para el que espectador descanse de tanta imagen impactante, y los han llenado con múltiples referencias "históricas", que dotan al conjunto de una mayor unidad, de un "contenido en la sombra", del que tanto hablaba Tolkien. Podría pensarse que no se transmite el espíritu que la primera tenía, ahogado por las espadas, las picas y las lanzas. Pero no, Peter Jackson ha conseguido ese difícil equilibrio entre acción y guión, indispensable para un buen resultado. El vestuario es de veras impactante. Este año el Oscar no creo que se le escape a Peter Jackson. Jamás he visto tamaño despliegue y variedad. Vista Las Dos Torres, LCDA se queda empequeñecida. Las espadas y armaduras son variadísimas, dada la cantidad de pueblos que se ven obligados a mostrar, y todas ellas con un gusto exquisito. Y los trajes, capuchas, cotas, ... una verdadera obra de arte. En cuanto a la esperadísima Batalla del Abismo de Helm que todos esperáis hay demasiado por decir, es de veras uno de los momentos culminantes de la película, y quizá me atrevería a decir, que es en dicha batalla y en su preparación donde todos los intérpretes dan la medida de su genialidad. Théoden es uno de los actores a destacar en esa película. En mi opinión personal, es el mejor con diferencia, y no porque los demás no hagan su trabajo a un buen nivel, sino porque Bernard Hill, sencillamente, se sale. Hay momentos en los que, más que un actor relativamente desconocido, parece un Robert De Niro en su mejor época. Y Gríma (Brad Douriff) ha nacido para interpretar su personaje. Rivaliza con Théoden en genialidad. De los demás, tan sólo me atrevo a destacarles como grupo, su actuación es más bien coral, y todos están muy bien, incluyendo a los hobbits, quienes ya no aparecen como si fueran unos torpes aldeanos de mañas y pensamientos fuera de lugar. Han madurado, y son parte importante de la trama. Habría tantas cosas que decir y que contaros... pero prefiero que las veais por vosotros mismos. No entiendo a Peter Jackson cuando dice que la tercera película será aún mejor, que esta no es nada en comparación con ella, porque es verdaderamente espectacular. Amigos... disfrutad de ella en el estreno, porque ese momento se os quedará grabado de forma indeleble...
Westu Théoden Hal!