Análisis de la Banda Sonora de Las Dos Torres

Análisis detallado de la Banda Sonora de Las Dos Torres compuesta por Howard Shore, con comentarios específicos de cada fragmento musical.

2. Sméagol domado

    Realmente no encuentro todavía puntos de menor interés en toda la banda sonora, y éste no es la excepción. Otro hermoso momento musical. Encontramos una analogía con la primera banda sonora. Allí, en el segundo pasaje se nos presentaba un motivo alegre, juguetón. Eran los Hobbits, Frodo. Aquí el discurso musical comienza con dicho tema, pero expuesto de manera mucho más triste, melancólica, como si fuese un viejo y anhelante recuerdo, a cargo de un clarinete solista. Estamos muy lejos de la Comarca, de sus suaves y verdes colinas, de sus chimeneas humeantes…Pronto termina y entran, perfectamente enlazados, unos suaves susurros corales, arropados por los chelos en arpegios misteriosos. Una maravilla más que apuntar al maestro Shore. Desaparece el motivo atmosférico para imbuirnos en un ambiente pleno de misterio. Los violines en agudo envolviendo unas lejanas y entrecortadas notas del cimbalón. Genial atmósfera, recreación de una situación incómoda y potencialmente peligrosa. Pero todo se corta en una furia orquestal (¿la caza de Smeagol?); furia que se aplaca virtuosamente regresando nuevamente el motivo dudoso y ambiguo de Gollum. La música se deshace en el silencio misteriosamente tras un magistral “glissandi” de los violines (2:31).

3. Los Jinetes de Rohan

    Pasaje con aires de presentación. Aquí hacen aparición dos de los motivos posiblemente más desarrollados de toda la obra, y a buen seguro de los de más impacto entre el aficionado. Surge rápidamente el motivo de los jinetes negros persiguiendo a los Hobbits, pero esta vez asociado con otro tipo de jinetes, puesto que hay algunas variaciones que así lo indican. Tras un tema dramático ejecutado por los violines aparece un remanso de paz, y surge un nuevo motivo noble, reposado, hermoso, conferido a los violines en su registro grave (1:42), que evoluciona hasta el nuevo motivo de Rohan: una verdadera fanfarria en los metales, muy pegadiza, en el estilo antiguo de un Miklos Rozsa en Ivanhoe o El Cid. Estamos en otras tierras, con otras gentes, otras costumbres. La cosa no acaba aquí, para darle mayor humanidad Shore le confiere nuevamente dicho motivo al violín (un violín noruego). Se le añade la orquesta poco a poco creciendo hasta niveles épicos inenarrables. El pasaje termina en una música provocadora y llena de malos presagios, pero ya no añade nada nuevo.

4. A través de las ciénagas

    Música puramente atmosférica, donde Shore se mueve como pez en el agua. Trémolos de violines, armónicos, y efectos de sonido varios para presentarnos un paisaje oscuro, tétrico y desasosegante. Al fondo, lamentosos gritos humanos con metales amenazadores configuran una paleta francamente terrorífica en la ciénaga de los muertos. De verdadera y auténtica pesadilla, una locura de dimensiones colosales. Vuelve la calma intranquila, amenazadora, con un dulce arrullo de los violines con sordina (1:55). Ha pasado la tempestad. Quiere venir, se anuncia el tema del anillo, pero no puede. La música se desvanece en el silencio con lejanos acordes del tema de Gollum.

5. Los Uruk-hai

    Gran momento épico sin duda. El pasaje comienza con un intento de aparición por parte del motivo victorioso y triunfal de la comunidad. Finalmente surge en todo su esplendor a manos de los brillantes metales de la orquesta. Pero algo ha cambiado, aquí el ritmo es ternario, casi como de marcha. Los miembros de la Comunidad del Anillo corren, corren para no desaparecer. De repente aparece un momento maravilloso, el motivo es recogido por el oboe (1:05), que le da un aliento heroico increíble: la Comunidad del Anillo no ha desaparecido, y sus miembros harán todo lo posible para que esto no ocurra. Maravilloso. Pronto se extingue todo y aparece el conflicto. Confluyen tres motivos. Uno breve, el de Rohan, el Mordor (más terrorífico que nunca), y finalmente el de Isengard. Ya tenemos a todos los protagonistas en acción. Cabe comentar que el enlace y cohesión entre los tres motivos es antológico.


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