Nacida en Dunedin (Nueva Zelanda), fue la encargada del diseño de vestuario para la trilogía del Señor de los Anillos, una de las tareas más costosas de las películas, ya que tuvo que preparar una media de 150 vestidos para cada una de las culturas de la Tierra Media y además cada traje debía hacerse en dos tallas, uno para el actor principal y otro para su doble. Cuando se terminaba un vestido los diseñadores debían “destrozarlo” para reflejar el paso del tiempo y de los viajes de los personajes. Contó en su equipo con unos 50 sastres, bordadores y...
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