Roäc fue el señor de los grandes cuervos de Erebor, que mantenían una estrecha amistad con los Enanos. Cuando Bilbo y la compañía de Enanos llegaron a la Montaña Solitaria (tal y como se nos narra en El Hobbit), Roäc tenía 153 años, estaba prácticamente ciego y apenas volaba, pero aún recordaba las historias que le contaba su padre sobre la amistad entre los Cuervos y los Enanos.
Fue Roäc quien anunció a Thorin y compañía la muerte de Smaug a manos de Bardo. Y también fue él quien les dijo que los Hombres de Lago y los Elfos del Bosque Negro se dirigían hacia ellos para repartirse el tesoro de Smaug. Roäc recomendó entonces a Thorin que no confiase en el gobernador de los Hombres de Lago, y sí en Bardo, pues era un hombre sincero. Pero Thorin desoyó este consejo y le pidió al cuervo, como último favor, que enviara mensajeros pidiendo ayuda a los Enanos de las Montañas del Norte, en especial a Dáin en las Colinas de Hierro.
Finalmente, los cuervos avisaron a Thorin y compañía que Dáin y unos 500 Enanos más estaban a dos días de camino. Sin embargo, Roäc advirtió a Thorin que sus parientes no llegarían indemnes y que habría una batalla antes de que alcanzaran la Montaña Solitaria, pero el Enano tampoco quiso escucharle en esta ocasión. Y fue entonces cuando Bilbo decidió coger la Piedra del Arca e intentar mediar en el conflicto entre los Enanos, los Hombres de Valle y los Elfos del Bosque Negro.