En cualquier caso

De todas formas no olvidemos lo que la literatura fantástica representa, y más aún la de Tolkien, un mundo maravilloso y utópico en el que la maldad sólo está presente en monstruos y es combatida por todos. No se pueden plasmar detalladamente las enfermedades porque parecería más una novela histórica, que quieren plasmar todo lo relacionado con la época, especialmente las dificultades de la gente para sobrevivir (hablo de novelas históricas medievales, claro). Pero en lo fantásico prevalece la aventura, el descubrimiento, y se ensalza el mundo en el que soñamos. El Señor de los Anillos perdería su magestuosidad inmaculada si entre sus narraciones se incluyeran morbosas descripciones de los heridos y amputados tras una batalla, o si se citasen cientos de mendigos raquíticos pidiendo en las calles de la gloriosa Minas Tirith. Eso sobrepasaría el límite de lo fantástico y se mezclaría demasiado con la cruda realidad.

(Mensaje original de: Arnold Chuachenager)