Ver publicación (Tolkien y su concepcion de Dios)
Ver tema#83 Respondiendo a: eldaring
pero otra cosa
es la libertad de conciencia. No sé si habeis leído un fantástico libro de Miguel Delibes, que se llama El Hereje. Cuando lo leí, no me quedó ninguna duda: a mí me hubieran quemado.
Exacto
Pero algunas religiones, la católica entre ellas, no admiten la libertad de conciencia, nada de pensar por uno mismo, "doctores tiene la iglesia" y demás lindezas.... A eso me refería.
Sí leí el Hereje hace algún tiempo. Yo no sé si me habrían quemado de haber vivido en esa época, la verdad, me cuesta bastante callarme cuando no estoy de acuerdo con algo y aunque me calle se me nota en la cara, pero dejarme quemar..., no sé, depende de los alicientes que pudiera tener para seguir viviendo aún sin libertad de expresión... no sé...
Lo que sé es que tenemos muchísima suerte de haber nacido en esta época y en esta zona del mundo, que en muchas otras épocas y en otras culturas actualmente lo tendríamos mucho peor.
Discutir sobre religión abierta y libremente es un lujo, y si además hay unos cuantos a los que es un gustazo leer, pues ya es un lujo total
Pero algunas religiones, la católica entre ellas, no admiten la libertad de conciencia, nada de pensar por uno mismo, "doctores tiene la iglesia" y demás lindezas.... A eso me refería.
Sí leí el Hereje hace algún tiempo. Yo no sé si me habrían quemado de haber vivido en esa época, la verdad, me cuesta bastante callarme cuando no estoy de acuerdo con algo y aunque me calle se me nota en la cara, pero dejarme quemar..., no sé, depende de los alicientes que pudiera tener para seguir viviendo aún sin libertad de expresión... no sé...
Lo que sé es que tenemos muchísima suerte de haber nacido en esta época y en esta zona del mundo, que en muchas otras épocas y en otras culturas actualmente lo tendríamos mucho peor.
Discutir sobre religión abierta y libremente es un lujo, y si además hay unos cuantos a los que es un gustazo leer, pues ya es un lujo total

Y en ese instante, lejano en algún patio de la ciudad, cantó un gallo. Un canto claro y agudo, ajeno a la guerra y a los maleficios, de bienvenida a la mañana que en el cielo, más allá de las sombras de la muerte, llegaba con la aurora.
Y como en respuesta se elevó en la lejanía otra nota. Cuerno...
Y como en respuesta se elevó en la lejanía otra nota. Cuerno...