Injusto, a mi modo de ver.

No tengo nada que decir acerca de la expulsión de Defago-Malagant por dos razones: primera, que no es santo de mi devoción, y segunda, porque nunca lo he tratado personalmente, así que mis conocimientos sobre él son muy escasos.

Sobre Ereinion sí que diré algo más: es una buena persona, un buen amigo, y un gran conocedor de la obra de Tolkien. No comparto sus creencias, ni muchas de sus teorías, pero aún así lo apoyo porque me parece admirable que alguien tenga tanta fe en lo que cree. Nunca ha intentado convencernos de nada, ni vía foro, ni a nivel personal, no nos intenta "abducir", algo de lo que se le ha acusado en numerosas ocasiones (cosa que, entre otras, pone de entredicho la madurez y la personalidad de las personas que, de algún modo, somos afines a él). . El cree en ciertas cosas, y los demás creemos en otras, y eso no daña a nadie porque respeta la disparidad de criterios y acepta réplicas. Su actitud sí que cambió tras su nueva admisión en el foro, y se volvió mucho más prudente y moderado. Ha aportado nuevas perspectivas en lo que se refiere a la obra de Tolkien, ha abierto debates interesantes y con gran participación, y ha tomado parte en multitud de discusiones acerca de temas relacionados al 100% con el tema principal del foro. Desconozo si hay más mar de fondo en lo que se refiere a su relación con el equipo de Elfenomeno, pero aparentemente no ha sido el tema tan grave. Considero que, antes que a él, hay otros muchos foreros a los que habría que expulsar, y sin embargo se les toleran comportamientos déspotas, rastreros, mal educados e incluso insultantes, y ni siquera se les llama la atención por ello, es más, a algunos se les apoya públicamente, lo cual me parece bastante injusto por vuestra parte.

Siento lo que está ocurriendo en este foro y siento perder a un amigo en él, aunque gracias a Dios, la amistad no entiende ni de foros ni de expulsiones, ¿verdad? Espero que el equipo de Elfenomeno se haya basado en unos criterios sólidos para esta expulsión, y no en un mero enfrentamiento personal.