Ver publicación (El rol de Arwen)

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Leandro
Leandro
Desde: 04/11/1999

#1 Respondiendo a: Tombo

La verdad es que la confirmación ya está ahí, y es casi inevitable empezar la discusión: el rol de Arwen. Voy a dar mi opinión. A mí realmente no me preocupa que Arwen esté dando hachazos, espadazos, o lo que quiera. A mí me preocupa los cambios que pueden dar lugar. Me explico, no es que Arwen esté...

Mi querido amigo Tombo: efectivamente es inevitable hablar de ello, porque surgirán comentarios realmente intolerantes que me gustaría cortar de raíz. Así que debo agradecerte haber dado el primer paso.
Efectivamente, a mucha gente le horrorizará la idea de ver a Arwen repartiendo hachazos, sin pararse a pensar en el giro tan radical que pueden suponer los acontecimientos. Efectivamente, parece que Peter Jackson conservará algunos hilos de la historia (Sam y Frodo, por ejemplo) mientras que otros los alterará sensiblemente (Aragorn y Arwen). Es cierto que no sabemos qué hace Arwen en Helm, cuando, según la historia que todos conocemos y que Tolkien nos contó, Arwen estaba en otro sitio y su papel fue otro muy distinto. No sabemos en cuántas escenas más participará Arwen, ni por supuesto la explicación que se dará en las películas para que esto suceda...
Personalmente, estoy ansioso por ver esta perspectiva de Peter Jackson, pero espero que sea, cuando menos, coherente. Es decir, que aunque no sea la historia que contó Tolkien, al menos espero que sea una historia tan bien enlazada como la de mi escritor favorito, y que no deje lagunas que están empezando a hacerse previsibles. Al parecer, la Arwen de Peter Jackson está mucho más decidida a conservar el amor de Aragorn que la de Tolkien, y desde luego no se limita a enviarle cartas... y no me parece mal. Pero enlace usted bien la historia, señor Jackson, o se va a encontrar con millones de fans esperándole con hachas y espadas a las puertas de su fortaleza.
Lástima que, para ver qué hace realmente Arwen en Helm, tengamos que esperar un par de añitos todavía.
El corazón de los hombres a menudo no es tan malo como sus actos, y rara vez tan malo como sus palabras. (J.R.R. Tolkien)