Ver publicación (KE COJONES LOS TUYOS SAURON)
Ver tema#1 Respondiendo a: Anónimo
Siempre me he preguntado por q cojones cuando Frodo se se encuentra en el monte del destino y la mision del portador le es revelada a sauron y, cito textualmente "el destino de Sauron pende de un hilo", KE COJONES LOS TUYOS SAURON, mandas a los nazgul ha impedir la destruccion del anillo, y me pregu...
Dejadme en paz...
Desde mi morada en las sombras eternas, tengo que contestar a este provocador mensaje. Dejadme en paz, ¿vale? Jolín, un descuido lo tiene cualquiera. Además, el narrador (ese ajjjqueroso de Tolkien) omitió algunos detalles, que igual para él no tenían importancia, pero que marcaron aquel funesto destino que os tenía preparados.
Cuando dice lo de "entonces sucedieron muchas cosas", se saltó unas cuantas. Sí, en el libro ese de mierda ("El retorno del Rey"... ¿de qué Rey?, ¿aquel tipejo mal peinado que había visto unos días antes en el palantír? Vamos, hombre...) queda muy bonito todo lo que pasa en ese momento. Pero se le olvidó mencionar el "pequeño" detalle de que en aquel momento se me metió una mota en el Ojo. Sí, ¿qué pasa? ¿Nunca se os ha metido a vosotros una mota en el ojo? Bueno, ¡pues por aquel entonces yo SÓLO era un OJO! Así que fue como un calambrazo brutal. Por eso no intervine de momento.
Segundo: ¿Habéis intentado bajar 2417 escalones alguna vez? No, ¿verdad? ¡Pues eso es lo que tenía que hacer yo, en la Torre esa tan chula que me había construido! Y es que al sacarme la mota del Ojo, me había sentado... y ya tenía cogida la posturita... Y encima, si no os acordáis, pandilla de caragüebos, yo no tenía una forma corpórea y sustancial: era como una bruma, como un fantasma con un ojo. Vosotros tenéis pies sólidos, ¡pero yo tenía que apoyar un humo negro en cada escalón! ¿Habéis intentado mantener quieto alguna vez un trocito de humo? ¿A que no se puede?
Y tercero, y lo más importante: ¿Para qué me iba a ensuciar las manos (además, que no tenía manos para ensuciarme) cuando podía enviar a mis Nazgûl? Además, eran unos tíos cojonudos, y apenas me habían fallado nunca... bueno, salvo lo del desbordamiento del río... y lo de aquel asunto, cuando era el Nigromante... y lo de mi Rey Brujo, que se lo cargaron una chica y un niño (o algo así)... no, si en realidad eran unos mierdas. ¡Pero qué tendría yo entonces en la cabeza!
Ah, coña, si no tenía cabeza... Joer, sí que se me puso difícil, sí. ¿Me entendéis ahora? Es que la cosa estaba muy malita, de verdad.
Pero tranquilos, que algún día volveré, y prepararé algo que os esclavizará de por vida. Ya lo tengo todo pensado: "Un piercing para gobernarlos a todos", jejeje.
Sauron.
PD: ¡¡No los tengo "cuadraos"!! Directamente, no los tenía (sí, también eran como una "niebla", ¡¿qué pasa!?)
(Mensaje original de: Sauron)
Desde mi morada en las sombras eternas, tengo que contestar a este provocador mensaje. Dejadme en paz, ¿vale? Jolín, un descuido lo tiene cualquiera. Además, el narrador (ese ajjjqueroso de Tolkien) omitió algunos detalles, que igual para él no tenían importancia, pero que marcaron aquel funesto destino que os tenía preparados.
Cuando dice lo de "entonces sucedieron muchas cosas", se saltó unas cuantas. Sí, en el libro ese de mierda ("El retorno del Rey"... ¿de qué Rey?, ¿aquel tipejo mal peinado que había visto unos días antes en el palantír? Vamos, hombre...) queda muy bonito todo lo que pasa en ese momento. Pero se le olvidó mencionar el "pequeño" detalle de que en aquel momento se me metió una mota en el Ojo. Sí, ¿qué pasa? ¿Nunca se os ha metido a vosotros una mota en el ojo? Bueno, ¡pues por aquel entonces yo SÓLO era un OJO! Así que fue como un calambrazo brutal. Por eso no intervine de momento.
Segundo: ¿Habéis intentado bajar 2417 escalones alguna vez? No, ¿verdad? ¡Pues eso es lo que tenía que hacer yo, en la Torre esa tan chula que me había construido! Y es que al sacarme la mota del Ojo, me había sentado... y ya tenía cogida la posturita... Y encima, si no os acordáis, pandilla de caragüebos, yo no tenía una forma corpórea y sustancial: era como una bruma, como un fantasma con un ojo. Vosotros tenéis pies sólidos, ¡pero yo tenía que apoyar un humo negro en cada escalón! ¿Habéis intentado mantener quieto alguna vez un trocito de humo? ¿A que no se puede?
Y tercero, y lo más importante: ¿Para qué me iba a ensuciar las manos (además, que no tenía manos para ensuciarme) cuando podía enviar a mis Nazgûl? Además, eran unos tíos cojonudos, y apenas me habían fallado nunca... bueno, salvo lo del desbordamiento del río... y lo de aquel asunto, cuando era el Nigromante... y lo de mi Rey Brujo, que se lo cargaron una chica y un niño (o algo así)... no, si en realidad eran unos mierdas. ¡Pero qué tendría yo entonces en la cabeza!
Ah, coña, si no tenía cabeza... Joer, sí que se me puso difícil, sí. ¿Me entendéis ahora? Es que la cosa estaba muy malita, de verdad.
Pero tranquilos, que algún día volveré, y prepararé algo que os esclavizará de por vida. Ya lo tengo todo pensado: "Un piercing para gobernarlos a todos", jejeje.
Sauron.
PD: ¡¡No los tengo "cuadraos"!! Directamente, no los tenía (sí, también eran como una "niebla", ¡¿qué pasa!?)
(Mensaje original de: Sauron)