Oh, oh!!

¡Ya me ven! ¡Estoy aquí, junto a Uds.! ¡Oh, Comunidad! ... ¿Ah? ¿¿Perdón...?? ¿Y dónde están los aplausos, los llantos de alegría...? ¡Por Oromë, mi Vala! Será mejor que les cuente todo...
Deben recordar, espero, que del Bosque Negro, tras librar a mi novio, Legolas, de los embrujos de la Dama de Lórien :/ (pero creo, creo, que no logré curarlos del todo... ¿¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO, LEGOLAS, CUANDO SE TE OCURRIÓ METERTE DE AMANTE CON ESA TAL DAMA_DE_LOS_ANILLOS?? ¡¡¿¿En qué, dime??!! grrrr... sí, han de ser residuos de los extraños embrujos de la Dama esta... Dama, claro, es un título que le queda grande en lo que a noble y recatada se refiere, por lo que he podido darme cuenta... Ya hablaremos, Legsie... ¡Cuánto le he dicho que sólo yo tengo derechos a amantes...! oops... creo que me fui de lengua =S :O :P ... ji ji... ¡¡brooomaaa!! ) Bueno... entonces, yo iba en que... aaaahhh... tras abandonar el Bosque Negro, corriendo velozmente en Thalion, mi caballo azabache, y enterada de todo gracias la lechuza Nimalqua, alcancé a la Comunidad cuando desembarcó... ejem, claro, cuando "desembarcó de los barriles"; hablé con Uds., al menos con Hinglin el Istar (Oye, hablando de... cierto eso que dice Zimra... ¡te afeitaste para el concurso élfico...!! sí, ahora tienes barba... wooowww...je je je) con La Señora de las Citas Elfa Árwena, y con Unkraut, mi Estimado y Querido Señor Enano (que no "achaparradito" ) Manoseado por la Dama de Lórien y Bajo los Influjos Élficos -me pregunto cuánto de enano le queda a Maese Unkraut, después de pasar y pasar el tiempo de su vida junto a los elfos
Pero cuál fue mi sorpresa, tras haber sido admitida en lo poco que quedaba de la aventura... ¡de que la borrachera continuaba! Uy, uy, uy... y yo que no bebo una gota de alcohol... ¡Y cuál fue mi otra sorpresa! Que no tenían nada, nada, de nada, de jugos naturales... creo que el calor, la sed y todo, me fue adormeciendo...´¡Oh, sí, me quedé dormida, tumbada en la hierba! Y los muy chistosos... no sé si se olvidaron de mí, si no me encontraron, no me vieron, o qué, pero desperté gracias a Thalion... y bueno, y los terribles sonidos de Nimalqua sobrevolando en círculos sobre mí.
Está bien, no mentiré... pude haberlos alcanzado antes, pero preferí darme un baño relajante en las aguas del río... ahhhh... qué delicia. Justo en el momento en el que me aprontaba a vestirme y montar a Thalion para seguirlos... siento a la guardia del rey Thranduil cerca... ¡Ay, no! ¡A correr! Corrí, corrí, monté en Thalion, y galopamos... rápido, como jinetes del viento.
Nimalqua, mientras, me lo contó todo... elfas por aquí peleándose por un Noldo, luego reclamando por otra borrachera, luego reclamando que no serían ellas las que entrarían a la famosísima cueva... Hiniglin, al parecer, sin ser muy escuchado... los hobbits que se negaban a ser la "carnada"... un tal Aegnor que se especulaba era muy guapo (me preguntaba si caería en mis garras y podría convertirlo en mi amante... pero no, no, descarto la idea; estoy bien con Legolas... al fin y al cabo, su desliz, estoy segura, no es culpa suya ; además... ya tiene a su Beg, y las otras elfas, locas porque su amor se les va...) ¿qué más, qué más? Un águila sobrevolando... perdón, caída con un cototo en la cabeza, y el líder del grupo en las mismas condiciones. Un enano perdido... ¿qué más, qué más? Una humana llorando sus pesares al dragón... ¿¿¿QUÉ??? ¿Está adentro, con el dragón?

¡Oh, Comunidad! Ya he llegado... decidme, qué haremos ahora... es cierto, he llegado tarde... pero ya les he contado. ¡Eäringel, mi espada de fuego, está lista!

PD: Si se logra la aventura... acuérdense de mí, por favor, y pidan unos juguitos naturales, ¿ya?