Ver publicación (y hablando de Glorfindel..!!)
Ver tema#7 Respondiendo a: Anónimo
Pues lo de Gandalf es la única justificación que le veo, y no me convence.
Gandalf tenía una misión de los dioses y erá así mismo un dios, estaba dentro de su "competencia" resucitarlo, o "reenviarlo". Glorfindel I (llamamelo así), era un primer nacido y debería ser resucitado por Erü, como con Bere...
Grave error
No se puede comparar el caso de Beren con el de Glorfindel. Beren era un Hombre, y por tanto mortal, y Glorfindel un Elfo, para el que el concepto de muerte es totalmente diferente.
Lo único raro del "caso Glorfindel" (como muy bien me hizo notar un día Eleder), no es que se reencarne, pues eso es consustancial a todos los Elfos, lo extraño es que se le permitiese regresar a la Tierra Media.
Tampoco tuvo que ser resucitado por Eru, pues Él "delegó" en los Valar el poder de ofrecer a los fëar (espíritus) de los Elfos muertos un nuevo hröa (cuerpo). Se dice que:
"Allí [en las Estancias de Mandos] se les ofrecía la alternativa de seguir sin hogar o (si así lo deseaban) de ser realojados en la misma forma y cuerpo que tenían antes. No obstante, normalmente debían permanecer en Aman. Por tanto, si vivían en la Tierra Media, la pérdida que habían sufrido de amigos y parientes, y la pérdida que habían sufrido éstos, no se remediaba. La muerte no era curada por completo".
Y véase que se dice normalmente, esto es, que la presencia de un reencarnado Glorfindel en la Tierra Media no es un hecho frecuente, pero tampoco contradice las creencias élficas sobre la muerte y la reencarnación.
Por cierto, todo esto se encuentra en un apasionante relato titulado Athrabeth Finrod ah Andreth ("El debate de Finrod y Andreth"), que se incluye en El Anillo de Morgoth, séptimo libro de la Historia de la Tierra Media.
No se puede comparar el caso de Beren con el de Glorfindel. Beren era un Hombre, y por tanto mortal, y Glorfindel un Elfo, para el que el concepto de muerte es totalmente diferente.
Lo único raro del "caso Glorfindel" (como muy bien me hizo notar un día Eleder), no es que se reencarne, pues eso es consustancial a todos los Elfos, lo extraño es que se le permitiese regresar a la Tierra Media.
Tampoco tuvo que ser resucitado por Eru, pues Él "delegó" en los Valar el poder de ofrecer a los fëar (espíritus) de los Elfos muertos un nuevo hröa (cuerpo). Se dice que:
"Allí [en las Estancias de Mandos] se les ofrecía la alternativa de seguir sin hogar o (si así lo deseaban) de ser realojados en la misma forma y cuerpo que tenían antes. No obstante, normalmente debían permanecer en Aman. Por tanto, si vivían en la Tierra Media, la pérdida que habían sufrido de amigos y parientes, y la pérdida que habían sufrido éstos, no se remediaba. La muerte no era curada por completo".
Y véase que se dice normalmente, esto es, que la presencia de un reencarnado Glorfindel en la Tierra Media no es un hecho frecuente, pero tampoco contradice las creencias élficas sobre la muerte y la reencarnación.
Por cierto, todo esto se encuentra en un apasionante relato titulado Athrabeth Finrod ah Andreth ("El debate de Finrod y Andreth"), que se incluye en El Anillo de Morgoth, séptimo libro de la Historia de la Tierra Media.
"Si fui entonces, mi amor, iré de nuevo, dondequiera que estés. Tú eres todo lo que tengo, mi verdadero amor. Tú eres la Dama más valiente, el navegante más osado. Eres mía. Navegaste por mí. Eres mi dama, la Dama que llevó El Alma."
(Cordwainer Smith, "La Dama que llevó El Alma"
(Cordwainer Smith, "La Dama que llevó El Alma"