Ver publicación (¿Final feliz o no? REV)
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Vaya una pregunta estúpida, podría pensarse. En principio solamente parece haber una respuesta factible: acaba bien, por supuesto. ¿Acaso no es Sauron derrotado, y Frodo vuelve a casa, el mundo se libra del yugo tiránico del Señor Oscuro, Aragorn se casa con Arwen y recupera el trono, etc etc? Visto desde ese punto de vista sólo se puede contestar que acaba bien.
Pero entonces, ¿por qué deja un sabor tan amargo en la boca?
El Señor Oscuro es derrotado, sí, pero la maldad no es eliminada, de hecho parece como si los años posteriores a la caída de las Torres fuesen un periodo de calma que precede a la tormenta, una primavera presta a agostarse. Es una repetición de la lección que conocemos muy bien: el Mal puede ser derrotado, pero siempre retorna de alguna manera. Frodo vuelve a casa, pero la Comarca ya no es lo mismo, no puede ofrecerle paz, lo cual es muy triste; esa tierra que tanto amaba, por la que tanto luchó, ya no parece que sea su hogar. Y saliéndonos de la compañía del Anillo, mirando de forma más amplia, contamplamos como la magia abandona el mundo, pareciera que hubiesen rasgado las venas de éste y que se estuviese desangrando, todo se tiñe con un tono grisáceo, apagado, los Elfos nos abandonan, decaen, para ser sustituidos por nosotros, los Hombres, así como la magia será relevada por la tecnología. No sé, a mí me embarga una sensación de pérdida, como si me hubiesen arrebatado algo insustituible; pese a que hay una pequeña alegría, la de habernos librado una vez más de caer en lo más profundo de las tinieblas... Yo siento un gran pesar, me parece que el final es muy triste, que la historia no acaba bien, pues, ¿acaso puede el mundo ser lo mismo con la magia cercada por una verja de hierro y sin los Elfos?
La victoria es muy amarga, y conlleva una gran derrota, según mi punto de vista, pues destruir el Anillo equivale a destruir los Tres, y a romper la barrera que contenía al Marchitamiento de la Tierra. Al final, en el fondo gana Morgoth una vez más.
Me gustaría escuchar otras opiniones al respecto.
(Mensaje original de: Daeránen)
Pero entonces, ¿por qué deja un sabor tan amargo en la boca?
El Señor Oscuro es derrotado, sí, pero la maldad no es eliminada, de hecho parece como si los años posteriores a la caída de las Torres fuesen un periodo de calma que precede a la tormenta, una primavera presta a agostarse. Es una repetición de la lección que conocemos muy bien: el Mal puede ser derrotado, pero siempre retorna de alguna manera. Frodo vuelve a casa, pero la Comarca ya no es lo mismo, no puede ofrecerle paz, lo cual es muy triste; esa tierra que tanto amaba, por la que tanto luchó, ya no parece que sea su hogar. Y saliéndonos de la compañía del Anillo, mirando de forma más amplia, contamplamos como la magia abandona el mundo, pareciera que hubiesen rasgado las venas de éste y que se estuviese desangrando, todo se tiñe con un tono grisáceo, apagado, los Elfos nos abandonan, decaen, para ser sustituidos por nosotros, los Hombres, así como la magia será relevada por la tecnología. No sé, a mí me embarga una sensación de pérdida, como si me hubiesen arrebatado algo insustituible; pese a que hay una pequeña alegría, la de habernos librado una vez más de caer en lo más profundo de las tinieblas... Yo siento un gran pesar, me parece que el final es muy triste, que la historia no acaba bien, pues, ¿acaso puede el mundo ser lo mismo con la magia cercada por una verja de hierro y sin los Elfos?
La victoria es muy amarga, y conlleva una gran derrota, según mi punto de vista, pues destruir el Anillo equivale a destruir los Tres, y a romper la barrera que contenía al Marchitamiento de la Tierra. Al final, en el fondo gana Morgoth una vez más.
Me gustaría escuchar otras opiniones al respecto.
(Mensaje original de: Daeránen)