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Dernhelm
Dernhelm
Desde: 22/06/2002

#1 Respondiendo a: Nienorand

Güenas:
Hace un par de días se hablaba por aquí de la magia de ESdlA y de Tolkien en general... pues bien, de donde nace esa magia ni los auténticamente hechizados lo tenemos claro, pero ... como dicen por aquí "haberla haila"... si no... ¿como es posible que cada cierto tiempo tengamos que volver...

A veces no hay palabras

Sí, a veces no encuentro palabras para explicar lo que muy acertadamente decís hasta aquí. ¿Qué es lo que tiene este libro que recurrentemente me viene a la cabeza, día sí, día también?. No te creas, yo que soy una persona que me encanta elucubrar, comerme el tarro, vamos, a veces doy con algunas claves, y otras no. Supongo que hay razones digamos "objetivas", como es la forma de escribir de Tolkien, la belleza del lenguaje que alguien dijo en algún post de ayer o anteayer, no recuerdo, que yo, personalmente, no la he visto en ningún otro autor, y otras muy "subjetivas", y que a veces son difíciles de explicar o de encontrar, incluso.

En mi caso particular, desde la primera lectura, me he visto irremisiblemente atrapado en este mundo. Y van cinco. Y lo preocupante (esto, por supuesto, entre comillas), es que cada vez sucesiva es mejor, me gusta más, me llena más, me emociona más, me saca más las lágrimas... ¿Qué es lo que me conmueve de tal manera?. Ya te digo, a veces encuentro una explicación y otras no. Supongo que algo tendrá que ver la capacidad de evasión que transmite el libro, la realidad con que me transporta a ese mundo imaginario; la "humanidad" que transmite (humanidad como concepto de sentimientos: ya sabes, a los que siempre se alude, como amistad, fidelidad, lealtad, sacrificio, desaliento, esperanza, tristeza, alegría, melancolía, amor, odio también, solidaridad, egoismo, lástima, perdón); en fin, que hoy no me siento de lo más inspirado, pero podría decir muchas más cosas. Quizás, como reflexión final, me atrevo a decir, en mi caso, que es un libro que me ayuda a llenar las carencias que tengo y que, bajo mi punto de vista, me rodean.

Sí, a veces es demasiado absorbente. Yo mismo a veces me he impuesto dejarlo de lado durante algún período, pues no cabe la menor duda de que hay muchas cosas por ahí que también merecen mi atención, como así demuestra la realidad diaria. Pero lo que está claro es que ninguna de esas cosas me ha marcado tanto ni me acompañará de una forma tan fiel hasta el final (vaya, que apocalíptico). Siempre estará ahí, lo sé, y esto ya es más de lo que uno puede desear. ¿O no?.
Donde no falta voluntad, siempre hay un camino...