Ver publicación (Frodo, Elrond y los Puerto Grises)
Ver tema#9 Respondiendo a: glorifinder
perdona pero....
perdona pero si no lo he leido mal :
Arwen le dice a Frodo
—Yo te haré un regalo. Porque soy la hija de Elrond. No partiré con él cuando se encamine a losPuertos porque mi elección es la de Lúthien, y como ella he elegido a la vez lo dulce y lo amargo. Pero tú podrás partir en mi...
Además de eso...
... que de por sí ya es bastante contundente, Tolkien también lo aclara en las Cartas, en concreto, en la 246:
"Arwen fue la primera en observar los síntomas, y le dio su joya como consuelo y pensó en un medio por el cual curarlo*.
*No se explica cómo se las compuso para hacerlo. ¡No le era posible, por supuesto, transferir sencillamente el billete que tenía para el barco! Para todo el que no fuera de sangre élfica estaba prohibido 'navegar hacia el Oeste', y cualquier excepción requeriría 'autoridad', y ella no estaba en comunicación directa con los Valar, especialmente desde que había elegido volverse 'mortal'. Lo que se quiere decir es que fue Arwen la que primero pensó en enviar a Frodo al Oeste y rogó por él ante Gandalf (de modo directo o por intermedio de Galadriel o ambas cosas) y utilizó como argumento su propia renuencia al derecho de ir al Oeste que ella tenía. Su renuncia y su sufrimiento estaban relacionados y mezclados con los de Frodo: ambos formaban parte de un plan para la regeneración del estado de los Hombres. Su ruego, por tanto, podría ser especialmente efectivo, y su plan tener cierta equidad de intercambio. Sin duda fue Gandalf la autroridad que aceptó su ruego. Los Apéndices muestran claramente que él era un emisario de los Valar, y virtualmente su ministro plenipoteciario en el cumplimiento del plan en contra de Sauron. Tenía también un acuerdo especial con Cirdan, el Carpintero de Barcos, que le había dado su anillo y de ese modo se había puesto a las órdenes de Gandalf. Como este mismo viajaba en el Barco, no habría inconvenientes, por así decir, ni al embarcar ni al llegar a destino."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº246)
Pues creo que con esto debería quedar aclarado, por si persiste alguna duda.
Un saludo, desde Rivendel
... que de por sí ya es bastante contundente, Tolkien también lo aclara en las Cartas, en concreto, en la 246:
"Arwen fue la primera en observar los síntomas, y le dio su joya como consuelo y pensó en un medio por el cual curarlo*.
*No se explica cómo se las compuso para hacerlo. ¡No le era posible, por supuesto, transferir sencillamente el billete que tenía para el barco! Para todo el que no fuera de sangre élfica estaba prohibido 'navegar hacia el Oeste', y cualquier excepción requeriría 'autoridad', y ella no estaba en comunicación directa con los Valar, especialmente desde que había elegido volverse 'mortal'. Lo que se quiere decir es que fue Arwen la que primero pensó en enviar a Frodo al Oeste y rogó por él ante Gandalf (de modo directo o por intermedio de Galadriel o ambas cosas) y utilizó como argumento su propia renuencia al derecho de ir al Oeste que ella tenía. Su renuncia y su sufrimiento estaban relacionados y mezclados con los de Frodo: ambos formaban parte de un plan para la regeneración del estado de los Hombres. Su ruego, por tanto, podría ser especialmente efectivo, y su plan tener cierta equidad de intercambio. Sin duda fue Gandalf la autroridad que aceptó su ruego. Los Apéndices muestran claramente que él era un emisario de los Valar, y virtualmente su ministro plenipoteciario en el cumplimiento del plan en contra de Sauron. Tenía también un acuerdo especial con Cirdan, el Carpintero de Barcos, que le había dado su anillo y de ese modo se había puesto a las órdenes de Gandalf. Como este mismo viajaba en el Barco, no habría inconvenientes, por así decir, ni al embarcar ni al llegar a destino."
(J.R.R. Tolkien: Cartas, carta nº246)
Pues creo que con esto debería quedar aclarado, por si persiste alguna duda.

Un saludo, desde Rivendel
En el sitio del Señor Oscuro instalarás una Reina. ¡Y yo no seré oscura sino hermosa y terrible como la Mañana y la Noche! ¡Hermosa como el Mar y el Sol y la Nieve en la Montaña! ¡Terrible como la Tempestad y el Relámpago! Más fuerte que los cimientos de la tierra. ¡Todos me amarán y desesperarán...