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Lobelia Tuk
Desde:
19/11/2002
#8 Respondiendo a: Eldaron de Eldamar
No es mía
El propio Tolkien lo comenta en sus Cartas. Y respecto a Sam, no puede reprochársele nada. Tener una mente sencilla (que no quiere decir simple) le ayudó a soportarlo todo, a salvar a Frodo, a encontrar un coraje desmesurado para un hobbit. Pero también provocó que no supiera ver el al...
No es un mal sentimiento....
Sam simplemente no se fia de él y hace bien....... ha intentado retorcerles el cuello y les lleva directos a la casita de un gigantesca araña muerta de hambre....... como para fiarse.....
Y ademas, ese momento es un instante..... un instante en el que Sméagol (llamemoslo asi para diferenciar su parte mala de la menos mala) consigue imponerse a Gollum....... pero aunque Sam hubiese confiado en él, aunque no hubiese sido brusco con él, tarde o temprano les traicionaria....... No queda en la naturaleza de Gollum sitio para regenerarse...... su obsesion por el Anillo era mas fuerte que toda la posible esperanza que le quedara...... Me da pena..... pero Gollum no tenia remedio, estaba absolutamente corrompido y su unica salvacion fue su muerte.....
Saludos desde Hobbiton de la Llanada
Sam simplemente no se fia de él y hace bien....... ha intentado retorcerles el cuello y les lleva directos a la casita de un gigantesca araña muerta de hambre....... como para fiarse.....
Y ademas, ese momento es un instante..... un instante en el que Sméagol (llamemoslo asi para diferenciar su parte mala de la menos mala) consigue imponerse a Gollum....... pero aunque Sam hubiese confiado en él, aunque no hubiese sido brusco con él, tarde o temprano les traicionaria....... No queda en la naturaleza de Gollum sitio para regenerarse...... su obsesion por el Anillo era mas fuerte que toda la posible esperanza que le quedara...... Me da pena..... pero Gollum no tenia remedio, estaba absolutamente corrompido y su unica salvacion fue su muerte.....
Saludos desde Hobbiton de la Llanada
Allá, asomando entre las nubes por encima de un peñasco sombrío en lo alto de los montes, Sam vio de pronto una estrella blanca que titilaba. Tanta belleza, contemplada desde aquella tierra desolada e inhóspita, le llegó al corazón, y la esperanza renació en él. Porque frío y nítido como una sae...