Ver publicación (El sexo en la obra de Tolkien)

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Anónimo
Anónimo
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#1 Respondiendo a: Anónimo

Buenas a todos. REcuerdo que leyendo la opinión de un crítico literario bastante despectiva respecto a ESDLA, entre otra serie de lindezas venía a decir algo así como que los personajes de Tolkien son como niños grandes jugando a héroes que no sabrían qué hacer con una mujer si la tuvieran delante....

Pues yo creo que...

Sí, es verdad que el sexo no está muy presente en la obra aunque haya ejemplos de auténtica pasión como los que ya han mencionado de Maeglin o los hijos de Fëanor con Lúthien donde priva ese sentimiento puramente físico y más animal. Aunque en estos ejemplos el sexo aparezca como algo perverso, Tolkien no trate para nada (tampoco lo hace la teología católica -Evangelios- aunque algunos individuos de la Iglesia se empeñen en ello) de demonizar el sexo. El sexo es, para Tolkien y la mentalidad católica, algo natural y necesario (para lo cual creó Dios al hombre y a la mujer, como complemento el uno del otro) pero que debe ir acompañado de amor, y de un amor de verdad. Si no es así, es algo animal, sin sentimiento, puramente instintivo y propio de bestias, aunque tampoco lo consideren apto para obtener placer (aunque sea más humano) en cualquier momento sino exclusivamente para la procreación. Y a veces el amor es muy pasional en Tolkien. El amor entre Beren y Lúthien, Aragorn y Arwen o Aragorn y Éowyn son auténticamente pasionales; los amados se esperan durante años, arriesgan sus vidas, mueren y hasta pierden lo más valioso (la inmortalidad, en el caso de Lúthien o Arwen; ¿os imagináis o lo duro que tiene que ser tomar esa decisión? Eso es puro amor). Mirad si no (es una parte que a mí me conmovió) el llanto desesperado de Éowyn por ver como Aragorn va hacia una muerte segura (y sin ella) cuando se dirige a los Senderos de los Muertos. Es pura desesperación. Y hay amores muy trágicos. A mí el Túrin y Nienor me resulta muy impactante. Yo no creo que el Amor sea un tema secundario (aunque sí lo sea el sexo), es junto a otros temas como la Muerte o el Poder, la esencia de la obra de Tolkien. Y la prueba más importante para corroborar esto: la relación de Tolkien con su esposa, llena de dificultades y obstáculos, donde ambos sufrieron mucho pero al final con esfuerzo lograron unirse.
Y a mí me parece mejor el trato que Tolkien hace del amor en su obra que en otras mitologías como la germánica o la griega donde priva más el sentimiento sexual (aunque en casos como el famoso de Brunilda y Sigfrido haya mucho amor y sexo -o deseo sexual- a partes iguales). A mí me parece que está bien así.
Espero que no me haya quedado cursi el discursito.

Un saludo desde Gondolin.

P.D.: ¿Queréis sexo? Pues ahí tenéis a los pequeños hobbits. Mirad si no, al timidito de Sam, con sus 13 hijos. Y eso que parecía raro...
Y si queréis algo antierótico imaginaos a un enano con una enana... (conste que respeto a los enanos pero es que soy elfo). Se os quitarán las ganas.


(Mensaje original de: Pengolodh el Sabio)