Le costó más de un disgusto

Según cuentan los rumores, por lo visto se recibieron quejas de que durante sus clases se dedicaba a hablar de elfos y demás en vez de enseñar lo que venía en el temario. Él defendía que tenía libertad de cátedra y para demostrar que el sindarin (o el quenya, no estoy segura) no era tan inútil como su director le pretendía hacer creer, le contestó a la queja con una carta escrita en sindarin. ¡A ver la cara que se le pondría! :P

Supongo que para nosotros esas clases serían una delicia, pero no quiero ni imaginarme lo que pensarían el resto del mundo... sí, esa típica gente que siempre protesta de que somos unos bárbaros y que si la violencia de la TM y que...