Resultó que el otro día en clase de Derecho Romano nos dijeron que íbamos a hablar de El nombre de la rosa y, como hacía tiempo que me lo quería leer, decidí hacerlo antes de que me lo destriparan en clase (cosa que, por cierto, casi consiguen :p). El profesor me vio leyéndolo y me dijo que ya era hora. Pues bien, a los pocos días me vio con un tomo de ESdlA en inglés, me miró y se empezó a reir. Me dijo que le hacía gracia el cambio literario tan radical que habia hecho, a lo que le respondí que ESdlA era mi libro de cabecera A lo largo de la clase le dio tiempo a destripar la obra (Apéndices incluídos ). Casi me quedé sin habla cuando, con un par de sencillas frases, desveló casi todo lo que quedaba de trama. A todo esto, una de mis compañeras lanzó un grito ahogado, y el compañero que tenía al lado le dijo al profesor que ella tan sólo había visto la película (claramente le había estropeado el final). El profesor dijo a la chica que vaya cambio, lo que para unos es obra de cabecera, que por cierto, tiene que ser muy incómodo apoyar la cabeza en ese libro tan gordo para dormir, para otros no es nada (en serio que dijo exactamente eso). Después, le recomendó a la chica que se lo leyera.

Tras comparar la longitud de la obra con la del Digesto dijo que él se lo había leído 8 ó 9 veces. Cuando se lo conté a mi madre se quedó a cuadros redondos, y me dijo que ya era lo que me faltaba. Y ella que siempre dice que hay que hacer caso a los profesores...

Ahora yo me pregunto... ¿por qué todos los años se habla de ESdlA en alguna de mis clases? Porque esta no es la primera vez (ni muchísimo menos ) ni la última que me pasa algo así. ¿De verdad los tolkendili extendemos nuestro entusiasmo y amor por Tolkien allá donde vamos? No sé vosotros, pero yo estoy empezando a tener complejo de apostol... o pseudo apostol, que es peor todavía

Saludos desde Bolsón Cerrado