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Asfalolh
Asfalolh
Desde: 26/04/2003

#1 Respondiendo a: Eldaron de Eldamar

Bueno bueno bueno bueno... Aquí llega el tercer asalto... digooo... la tercera tanda de opiniones
En primer lugar, una disculpa. Pues he estado atareado y solamente he podido leer el relato Corazón de Hobbit, cuando quería en realidad leer dos relatos más como mínimo, para poder comentarlos, qu...

Eruyomo, de Anthelea Teler

¡Aiya de nuevo!

Bueno, vamos a por otro. Esta vez será Eruyomo, de Anthelea Teler. Para mi éste es muy especial, porque yo también imaginé una vez un personaje similar al protagonista de este relato. Y cuando vi el resumen en la sección de relatos, creí que estaba soñando .

Eruyomo es un relato corto situado en su mayor parte en la Cuarta Edad, aunque empieza en la Tercera. De todo el relato, lo que más me gustó fueron los personajes: Anarmo y Varyar, sobretodo. El modo como piensan, aunque en algun punto Anarmo desconcierta un poco en su actuación, me hace pensar que se comporta más con temperamento enano que élfico, pero como no he conocido ningún elfo... En cambio, el tratamiento de Varyar me sedució por completo .

El vocabulario está cuidado y es elaborado (hay nivel de lenguaje, vaya ). De todos modos, hay expresiones algo forzadas, cosa que se destaca más con fallos de puntuación (por mi gusto, algunas frases son demasiado largas, hay de hasta 4 líneas de extensión. Pero sólo es una opinión).

En lo que respeta a Tolkien, me gusta el modo con que Anthelea Teler ha ampliado su mundo. Las descripciones, aunque haya pocas, están muy logradas, permiten imaginar unos lugares realmente bonitos, que tod@s ya conocemos.

Y el final... (tranquil@s, no lo voy a contar ) muy bien resuelto, creo. De hecho, estuve con el corazón en un puño (figuradamente, claro está) hasta completar el relato.

Saludos,

Asfalolh

P.S. Lamento haber escrito en dos posts distintos, Adminforo. Es que si lo hacia todo seguido en el mismo, no se lo hubiera leído nadie Y además no tenía tiempo, que me reclamaban el ordenador
Dels romànics altars no en queda rastre,
del claustre bizantí no en queda res:
caigueren les imatges d'alabastre
i s'apagà sa llàntia, com un astre
que en Canigó no s'encendrà mai més.

[...]

Lo que un segle bastí, l'altre ho aterra,
mes resta sempre el monument de Déu;
i la tempesta, el...