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Hiniglin
Hiniglin
Desde: 17/11/2001

#1 Respondiendo a: Melko

Holaaaa, “semos” el Melko again,

Desde el ingente (porque funciona casi sin-gente) e incombustible (porque andamos quemados) equipo de humor-Elfenomeno , vamos a ver si somos capaces de mantener una serie de post humorísticos en el foro, al igual que los compañer@s de relatos (es que somos muu...

Los chistes que dejé...

http://www.elfenomeno.com/foro/foro_fenomenos.php?acc=2&p=3&m=47618&c=879999999999999999

Por si alguien quiere opinar, el post en el cuál dejé, algo tardecillo, aquellos chistes. Malos, pero chistes, al fin y al cabo. Espero que os gusten.

Y añado uno nuevo:

Un buen día Aragorn se compró una buena espada, y el vendedor le adviertió que cuando la llevara a la intemperie mientras llovía, podía oxidarse, por lo que le recomendó que siempre tuviera un frasquito de vaselina a mano para bruñir la hoja. Meses más tarde, el joven Aragorn se enamora de una guapa chica Elfa, Arwen, y ella lo invita a su casa para que conozca a sus padres. Al llegar, el joven Aragorn deja la espada a la entrada de Rivendel, porque le parece que es de mala educación entrar armado sin antes ser debidamente presentado, y ella le detiene para advertirle:
- En mi familia hay una vieja tradición élfica según la cual, después de la cena, al primero que abra la boca para hablar, le toca lavar los platos.

Después de una deliciosa y copiosa cena, tras la presentación padres-novio, el joven Aragorn se fija en la inmensa montaña de platos sin lavar que se amontonan sobre la mesa, mientras todos los demás sientan en silencio esperando al primer pringaete que decida hablar, pues nadie quería lavar. Pasaron 30 largos minutos... y el joven Aragorn, un poco impaciente ya, para acelerar un poco las cosas, toma a su novia Arwen y le besa en la frente delante de todos. Pero nadie dice una sóla palabra.
Suceden 30 larguísimos minutos más... pero nadie se pronuncia. Entonces, decide tomar medidas extremas, por lo que la coge a ella en brazos, y sobre la mesa misma... ¡Oh! ejem... ejem... (XXX). Nadie dice una palabra. Ahora, el pobre Aragorn está desesperado, nadie ha reaccionado, y en su mente la montaña de platos adopta las medidas del Caradhras, y no puede creerse que nadie vaya a decir nada y que le vaya a tocar a él lavar... Por lo que toma a la suegra, Celebrían, y allí mismo, al estilo montaraz... (XXX) . ¡Pero nadie dice una sola palabra! Aragorn está a punto de reventar y ya no sabe qué hacer, cuando en la distancia se oyen unos truenos... Su primer pensamiento, entonces, es proteger la espada que compró, por si llueve, así que saca de su bolsillo el bote de vaselina... Y Elrond, el suegro, se levanta de la silla y grita:
- ¡Está bien, hijo de puta! ¡Yo lavo los platos! ¡Yo lavo los platos...!


En pie, aventureros.