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Ver tema#34 Respondiendo a: Anónimo
Ejem...
Eso de que no existen los kraken en el mundo real podríamos dejarlo para hace cincuenta años. No solo existe como especie clasificada (los famosos calamares gigantes) sino que cada vez más frecuentemente aparecen ejemplares varados en nuestras playas.
Es cierto, no se puede asegurar que...
Ejem ejem, LDS
No, no creo que lo digas seriamente. Una cosa es el calamar gigante, animal existente (y muy probablemente la base real sobre la que se creó el fantástico monstruo) y otra un kraken, del tamaño de una isla, miles de metros de largo (o incluso en las leyendas menos antiguas, cientos de metros; sigue siendo diez veces más grande que el calamar gigante), con brazos y demás. Por algo se llaman de diferente manera.
Es como decir que las bestias aladas de los nazgûl existieron en la realidad, por el hecho de que se hayan hallado esqueletos de pterodáctilos. Y no es así, éstos fueron reales, aquéllas, fantásticas. Obviamente.
Y en cuanto a lo de completar como a uno le guste las obras fantásticas, estoy de acuerdo, sí, desde ya; pero otra vez contrapones cosas que no son excluyentes: una cosa es conjeturar para uno, llenando con la imaginación esas lagunas, y otra diferente afirmar tajantemente y para todos que algo existe o no existe.
Saludos desde Vê.
No, no creo que lo digas seriamente. Una cosa es el calamar gigante, animal existente (y muy probablemente la base real sobre la que se creó el fantástico monstruo) y otra un kraken, del tamaño de una isla, miles de metros de largo (o incluso en las leyendas menos antiguas, cientos de metros; sigue siendo diez veces más grande que el calamar gigante), con brazos y demás. Por algo se llaman de diferente manera.
Es como decir que las bestias aladas de los nazgûl existieron en la realidad, por el hecho de que se hayan hallado esqueletos de pterodáctilos. Y no es así, éstos fueron reales, aquéllas, fantásticas. Obviamente.
Y en cuanto a lo de completar como a uno le guste las obras fantásticas, estoy de acuerdo, sí, desde ya; pero otra vez contrapones cosas que no son excluyentes: una cosa es conjeturar para uno, llenando con la imaginación esas lagunas, y otra diferente afirmar tajantemente y para todos que algo existe o no existe.
Saludos desde Vê.
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