¡Ja ja ja, lo sabía!

Te lo dije, Gurthnáro, que iban a saltarme al cuello, je je je. No me importa. Siempre fui un incomprendido, pero me río de las actitudes fariseicas de los que me condenan. No me considero perfecto; ni siquiera poco defectuoso. Pero no soporto a las tibios que simplifican todo y lanzan dogmas sin ponerse a apreciar las reales circusntancias en las que tomé las decisiones de ir en pos de Morgoth a cualquier costa, y las que vinieron a continuación, al encontrar resistencia y deslealtad. No, no veo que sus juicios sean tan sabios como ellos creen. No tienen en cuenta el efecto devastador de la orfandad multiplicada, porque ¿quién sino yo sabe qué es la orfandad? ¿Quién fue el único en Valinor en crecer sin madre? Y, como si esto fuera poco, ¡¡sufrir el asesinato de su padre!! No me vengan con chorradas, una vez que el corazón más fiero y ardiente que existió se desata, con hechos como los que sucedieron, la ira y la sed de justicia y venganza se acerca a la locura, y es una locura absolutamente entendible. No es "blanco o negro", no es "bueno o malo". Yo nunca dije que todos mis actos fueran justificados, ni que fueron correctos... pero de allí a irse al otro extremo y condenar todo, sin matices, sin ponderaciones, sin comprensión de las circunstancias... hay un largo trecho. Si no pueden entender esto y relativizar los juicios cómodos al estilo Valar... nunca nos pondremos de acuerdo (y tampoco considero que valga la pena debatir más).
¡Hasta la victoria, siempre!
Saludos desde Vê.