Ver publicación (El origen de las razas.)
Ver tema#6 Respondiendo a: Javis Felagund
o tambien...
que tal si los corrompio de tal manera que los efectos 'psicologicos' fueran tan graves que ya no era necesario corromper a los hijos de ellos? ellos mismos se encargarian de corromperlos, como el padre que golpea a su esposa y sus hijos a veces terminan haciendolo, aqui hablariamos de...
Dragones y Ungoliant... ¿maiar?
No lo creo. Los dragones crecen.
Y Ungoliant... demasiado, demasiado poder, aún para los Valar. El pasaje en el que los Valar se dan cuenta de que la oscuridad era producida por algo que venía de afuera, en ocasión del ataque a los árboles, es bastante gráfico en cuanto a mostrar que tenía un poder muy superior al de los maiar. E incluso el enfrentamiento con Morgoth, a quien terminan salvando los balrogs. No parece maia.
Te diré que tu "teoría" de la discordancia en la música me hizo acordar, un poco, a algo que dije hace tiempo, sobre cómo imaginaba yo (aclaro que esto es absolutamente conjetural) el origen de Ungoliant: como una serie de tonos muy muy bajos en la música, que no fueron percibidos por los Valar, por eso no conocían su existencia y se sorprenden y confunden tanto al ver su obra.
Saludos desde Vê.
No lo creo. Los dragones crecen.
Y Ungoliant... demasiado, demasiado poder, aún para los Valar. El pasaje en el que los Valar se dan cuenta de que la oscuridad era producida por algo que venía de afuera, en ocasión del ataque a los árboles, es bastante gráfico en cuanto a mostrar que tenía un poder muy superior al de los maiar. E incluso el enfrentamiento con Morgoth, a quien terminan salvando los balrogs. No parece maia.
Te diré que tu "teoría" de la discordancia en la música me hizo acordar, un poco, a algo que dije hace tiempo, sobre cómo imaginaba yo (aclaro que esto es absolutamente conjetural) el origen de Ungoliant: como una serie de tonos muy muy bajos en la música, que no fueron percibidos por los Valar, por eso no conocían su existencia y se sorprenden y confunden tanto al ver su obra.
Saludos desde Vê.
Éomer miró a los caídos y recordó sus nombres. De pronto vio a Éowyn, su hermana y la reconoció. Quedó un instante en suspenso, como un hombre herido en el corazón por una flecha en la mitad de un grito. Una palidez cadavérica le cubrió el rostro y una furia mortal se alzó en él y por un momento no...