Pos mira...

Lo que es a mí... Desde que me regalaron la muñeca hinchable de Arwen soy otra persona y nunca más he vuelto a desear nada, y ahora yo, la muñeca y mi pareja hemos hallado una nueva y más excitante clase de felicidad que...



No, en serio...

...

Sí, sí, en serio, (eh, tú, el del fondo, sí, tú, "espabilao", ¿de qué te ríes ahora, canalla? ¡Mira que...! ¡ejem...! estooo... ¿por dónde íbamos?)...

Al igual que elbiz, yo también debo ser uno de los amantes de la obra de Tolkien menos fetichistas que hay, porque fuera de los libros y los DVD en sí, prescindo si no totalmente, bastante, del resto de la mercadotecnia. No he comprado las ediciones de coleccionista ni de Las Dos Torres ni de El Retorno del Rey, porque no me interesaban las miniaturas, si tengo la de La Comunidad es porque me la regalaron, y las figuritas de los Argonath andan en un armario, por ahí tomando la sombra... Realmente, si alguien quiere optar por regalarme algo relacionado con Tolkien, si me conoce, bien sabe que sólo acertaría de pleno si me obsequiara con algún libro ilustrado o alguna otra edición similar.

Por mi parte, sólo voy a hacer un regalo tolkiendil este año, que es el tomo de El Señor de los Anillos ilustrado por Alan Lee, el cual ya está envuelto en papel de regalo y bien escondidito aguardando su día a que el tito Noel haga entrega de él con la esperanza de haber ayudado a que en este mundo nazca una nueva tolkiendil.

Un saludo,
aquí un servidor acude a su último día de clase...