Cartas para Tolkien: Feliz Cumpleaños, Profesor
Cerrado
#20 Respondiendo a: Beregond de M.Tirith
Mi muy querido profesor:
Le escribo en español porque sé que es un idioma que le gusta, por lo que quiero suponer que lo conoce. Soy un gran admirador suyo a través de sus obras, y me ha hecho ver un mundo nuevo para mí, que creía perdido tras la niñez: el mundo de la fantasía. Lo prime...
Felicitaciones con retraso
Querido profesor:
En una ocasión, en un taller de narrativa al que acudo me pidieron que hablara de un libro que fuese importante para mí. No titubee: El SEñor de los Anillos. Los que me conocían se sonrieron, pero yo explique que es el libro más importante de mi vida, que influye diariamente en mi manera de ver el mundo, y es el libro que más emociones me ha hecho sentir. Las razones son suficientes, creo.
Lo único que puedo decirle es gracias. Gracias por hacerme soñar. Yo aspiro en convertirme en escritora, y si algún día consigo que para algún lector signifique tanto mi obra como para mí la suya, habré recibido el mayor premio que existe. Muchas gracias, profesor. Quizá algún día pueda visitar Oxford, y su casa, y pasear por el jardín botánico junto a sus árboles. Muchas gracias.
Me encantaría poder tener una larga charla con usted, en la puerta de Bolsón Cerrado, cuando la noche ya ha caido, y las estrellas nos alumbran, con dos pipas encendidas, y mucha magia de la que hablar. Hasta entonces.
Querido profesor:
En una ocasión, en un taller de narrativa al que acudo me pidieron que hablara de un libro que fuese importante para mí. No titubee: El SEñor de los Anillos. Los que me conocían se sonrieron, pero yo explique que es el libro más importante de mi vida, que influye diariamente en mi manera de ver el mundo, y es el libro que más emociones me ha hecho sentir. Las razones son suficientes, creo.
Lo único que puedo decirle es gracias. Gracias por hacerme soñar. Yo aspiro en convertirme en escritora, y si algún día consigo que para algún lector signifique tanto mi obra como para mí la suya, habré recibido el mayor premio que existe. Muchas gracias, profesor. Quizá algún día pueda visitar Oxford, y su casa, y pasear por el jardín botánico junto a sus árboles. Muchas gracias.
Me encantaría poder tener una larga charla con usted, en la puerta de Bolsón Cerrado, cuando la noche ya ha caido, y las estrellas nos alumbran, con dos pipas encendidas, y mucha magia de la que hablar. Hasta entonces.
¡Es hermosa, señor! ¡Que hermosa es! A veces como un gran árbol en flor, a veces como un narciso, tan delgada y menuda. Dura como el diamante, suave como el claro de luna. Ardiente como el sol, fría como la escarcha bajo las estrellas. Orgullosa y distante como una montaña nevada, y tan alegre como...