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Ver tema#8 Respondiendo a: Beregond de M.Tirith
No sé...
Yo sí que veo una cierta contradicción:
ni aun con vos, Señor, puedo todavía hablar abiertamente
Si abiertamente tuviera ese significado, sobraría el "ni aun con vos", puesto que la reserva no está relacionada con él, sino con todos. Sólo tiene sentido la frase compl...
Entiendo
Mira... ese matiz no lo había terminado de entender
En efecto, tiene parte de contradicción, visto así
Una de dos: O, en efecto, podría ser un fallo narrativo, una contradiccón... o simplemente Gandalf le había contado al oído una parte de la misión de Frodo, pero sin darle todos los detalles... y le está diciendo que, para poder contarle todo, va a tener que esperar un tiempo.
Desgraciadamente, Théoden nunca sabría la historia completa... es decir, que se sacrificó con una esperanza en mente, sin saber todos los detalles... sólo por la esperanza que suponía lo que Gandalf le había contado, esperanza para su pueblo, no tanto para él. ¡Qué grande es este personaje!
Muy bien buscado y expuesto el momento, Otto... y también bien explicado, Beregond. Si tuviera la barba de un enano, ésta tocaría el suelo por mi reverencia hacia vosotros
Un saludote
Mira... ese matiz no lo había terminado de entender


Una de dos: O, en efecto, podría ser un fallo narrativo, una contradiccón... o simplemente Gandalf le había contado al oído una parte de la misión de Frodo, pero sin darle todos los detalles... y le está diciendo que, para poder contarle todo, va a tener que esperar un tiempo.
Desgraciadamente, Théoden nunca sabría la historia completa... es decir, que se sacrificó con una esperanza en mente, sin saber todos los detalles... sólo por la esperanza que suponía lo que Gandalf le había contado, esperanza para su pueblo, no tanto para él. ¡Qué grande es este personaje!

Muy bien buscado y expuesto el momento, Otto... y también bien explicado, Beregond. Si tuviera la barba de un enano, ésta tocaría el suelo por mi reverencia hacia vosotros

Un saludote

El corazón de los hombres a menudo no es tan malo como sus actos, y rara vez tan malo como sus palabras. (J.R.R. Tolkien)