Ver publicación (Mi Gandalf cayó.)
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Ahora entiendo cómo se sintió Frodo cuando salió de Moria. Puedo imaginar la sensación de desamparo, el desconsuelo, el pensar “¿y ahora quién nos va a indicar por dónde ir, quién nos va a decir qué hacer cuando no encontramos respuestas? ¿Quién va a ayudarnos a descubrir, por nosotros mismos pero iluminados por su luz maravillosa, cómo responder tantas y tantas preguntas?
Ayer murió mi maestro, Carlos Gandolfo, el mejor maestro de actuación que ha existido por aquí (y también estuvo bastante tiempo allí en España, pero hace unos 20 o 25 años). Siento un mazazo que me da la vida. Su mente estaba intacta... pero su cuerpo dijo basta. Cuatro años estuve recibiendo su sabiduría, sus agudísimas observaciones, sus enojos, sus risas, su especificidad, su generosidad... Los últimos cuatro años de su vida. Se fue y no volverá. No hay Valar que puedan enviarlo nuevamente a encender nuestros corazones, así que tendremos (yo y el resto de la “Comunidad”
que abrirnos paso por nuestra cuenta, en este camino hacia el Monte del Destino, y él no estará, sino a través del recuerdo y del homenaje constante a sus enseñanzas. No hay forma de que ustedes comprendan la magnitud de esta pérdida, pero sí pueden imaginárselo si piensan en Frodo y lo que sentía por Gandalf, y lo que éste representaba para todos los miembros de la compañía.
Saludos desde Vê.
Ayer murió mi maestro, Carlos Gandolfo, el mejor maestro de actuación que ha existido por aquí (y también estuvo bastante tiempo allí en España, pero hace unos 20 o 25 años). Siento un mazazo que me da la vida. Su mente estaba intacta... pero su cuerpo dijo basta. Cuatro años estuve recibiendo su sabiduría, sus agudísimas observaciones, sus enojos, sus risas, su especificidad, su generosidad... Los últimos cuatro años de su vida. Se fue y no volverá. No hay Valar que puedan enviarlo nuevamente a encender nuestros corazones, así que tendremos (yo y el resto de la “Comunidad”

Saludos desde Vê.
Éomer miró a los caídos y recordó sus nombres. De pronto vio a Éowyn, su hermana y la reconoció. Quedó un instante en suspenso, como un hombre herido en el corazón por una flecha en la mitad de un grito. Una palidez cadavérica le cubrió el rostro y una furia mortal se alzó en él y por un momento no...