Pista definitiva

Con oscuro revuelo,
La noche ha venido
Y tras su negro velo,
Muchas vidas se han perdido.

(Y frente a ella...)
Sólo uno queda en pie,
Uno fue,
Luego fueron tres
Y uno, al final, es.

Sólo no tendrá poder
Para enfrentar su hado,
Terrible mal helado,
Que habrá de conocer.

Rápida, la esperanza,
En tierra inexplorada
Allá en la lontananza,
Se pierde desbocada.

Con súbito fulgor,
La luz ha llegado.
Y es grande el temor,
Que a la noche ha alcanzado.

(Todo es inútil...)
Muy tarde llegaste, estrella
Que la batalla iluminas,
Ya no puede tu luz tan bella
Salvar al que estimas.

La noche que oscura vino
Es fuerte en su derrota,
Pues con ella está el destino
Y la esperanza está rota.

Observad como huye y sus obras se derrumban,
Observad como cavan muy hondas sus tumbas,
Observad la victoria que el oeste alcanza,
Observad la valentía digna de alabanza.

Pero no cantéis, la victoria es amarga
No celebréis pues la pena nos embarga
Pues aquél que dos veces alzarse debió
No volverá nunca a las tierras que amó.

Negro augurio que pendes sobre el mar,
Te has llevado a aquél que amábamos,
Se ha perdido lo que guardábamos,
En un navío gris en altamar.

Vale, si no lo acertáis ya me suicido. En serio, si leéis las pistas anteriores y leéis esta última estrofa y atáis cabos es imposible que no lo sepáis. De todas formas, un par de aclaraciones.
Hay un malo que es la noche, la oscuridad. Con ella, de alguna forma, está el destino.
Hay un bueno que es la esperanza, que debió alzarse dos veces (pero sólo se alzó una y no del todo) y al que amábamos.
Hay otro bueno que es la luz (y la estrella pero es simplemente metafórico, no es Eärendil que os conozco) que vence a la noche pero demasiado tarde. Y, también os digo, que la volverá a vencer.
Y luego hay algo que ha sido uno, que luego fue tres y, al final, acabó siendo uno pero no tuvo poder para enfrentar su destino.