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Ver tema#7 Respondiendo a: Beregond de M.Tirith
El sueño de Éowyn
Pienso, como dice Gwaihir, que aunque la imágen sea una bella postal, resulta absurdo ver a Eowyn durmiendo en ese lugar en vez de ir a su cama. No me molesta que pongan frases de otros personajes, en principio, aunque en este caso pierde un sentido importante, pues aunque Eowyn t...
Digo lo mismo que abajo...
Digo lo mismo que abajo: En los premios a un guión adaptado, no se premia la fidelidad del guión a la obra original. Los espectadores, los críticos y los que votan a los premios no tienen por qué haberse leído el libro original de ninguna de las películas. A la hora de valorar (en premios y votaciones) un guión adaptado, se tiene en cuenta lo mismo que con un guión original: La solidez del guión como obra independiente, representable en el tiempo que dura la película (en este caso, tres horas y pico, que no es fácil). Pero no está destinado a ser fiel a la obra original, ni mucho menos.
Si ese fuera el caso, creo que muchos no podríamos juzgar el guión de la mayor parte de las películas que vemos, por no haber leído la obra original en la que se inspiran, o que adaptan.
Saludotes
Digo lo mismo que abajo: En los premios a un guión adaptado, no se premia la fidelidad del guión a la obra original. Los espectadores, los críticos y los que votan a los premios no tienen por qué haberse leído el libro original de ninguna de las películas. A la hora de valorar (en premios y votaciones) un guión adaptado, se tiene en cuenta lo mismo que con un guión original: La solidez del guión como obra independiente, representable en el tiempo que dura la película (en este caso, tres horas y pico, que no es fácil). Pero no está destinado a ser fiel a la obra original, ni mucho menos.
Si ese fuera el caso, creo que muchos no podríamos juzgar el guión de la mayor parte de las películas que vemos, por no haber leído la obra original en la que se inspiran, o que adaptan.
Saludotes

El corazón de los hombres a menudo no es tan malo como sus actos, y rara vez tan malo como sus palabras. (J.R.R. Tolkien)