Acción

Después de cenar y decidir el plan de acción del día siguiente, nos fuimos a dormir, salvo Rúmil y Adan Eadur, que comenzaron la guardia. Me costó conciliar el sueño pues reiterados pensamientos me azoraban.
Al rato de conseguir dormirme, sentí como Rúmil me agitaba para despertarme. Mientras me incorporaba vi que en su rostro se dibujaba un gesto de preocupación:

[quote] No dormais mucho, pues quizás esta noche este movidita, noto algo extraño[/quote]

Nos dijo el elfo. Entonces miré a Aikanáro y le solté con una sonrisa:

[quote]Eso evitará que nos quedemos dormidos[/quote]

Yo estaba distraído de nuevo en mis preocupaciones cuando mi compañero me informó de unos extraños ruidos, decidimos investigar. Hallé unas huellas muy claras en terreno: ¡Orcos! Junto a la señal de lucha con unos montaraces. Llevamos las noticias de vuelta al grupo y el compañero elfo y yo nos acostamos, Dimalasag continuó la guardia.
Esta vez no pude alcanzar el sueño, ¡Maldito pasado! Me distraje con el cuchicheo de Dimalasag y Burzumgad, un orco disidente, ojala hubiera muchos más como él, aunque su naturaleza real puede traicionarlo...De repente escuché el grito del enano y el orco para que nos despertáramos, ¡un ataque! Me incorporé rápidamente con el arco en la mano, saque una flecha del carjal que estaba tendido al lado de mis mantas y apunté al enemigo más próximo, solte la mano derecha y la saeta voló, tomé mi vaina y saqué mi larga espada colocándome en guardia, preparado para atacar y defenderme.

[quote]¡Venid a mí, sucias criaturas![/quote]