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Ver tema#81 Respondiendo a: adan_eadur
Acción
Despierto como todos sobresaltado por los gritos del oreco y del enano. Cuando logro despejarme me doy cuenta de la situación y enseguda cojo mi espada forjada en Erebor. Es estonces cuando Aikanáro explica su plan, así que me coloco detrás Rúmil. Una vez en posición y vigilando a los ataca...
Respuesta
Después de despertar al orco Burzumgad el enano Dimasalang voceó para despertar al resto del grupo, somnoliento y agazapado a un lado del angosto camino. Fue escaso el tiempo entre la voz de alarma y la preparación para el combate. Las cuatro primeras arañas que saltaron sobre la extraña compañía mercenaria son eliminadas por la rápida intervención del orco y la destreza señorial de Rumil. No hay motivos para alegría. Inmediatamente un arácnido de corpulentas patas y mandíbulas afiladas intentó con tremenda velocidad escupir su hediondo veneno sobre la compañía. El hacha de doble filo de Dimasalang se lo impidió, hundiendo el cráneo del ser maligno contra el tronco del roble más próximo. Cuándo aún no ha podido recoger el hacha de la cabeza partida de la agonizante araña, echó mano de su espada y de un golpe violentísimo arrancó dos patas a otra araña que ya se venía tambaleándo por las flechas lanzadas por Aikanaro. Actos seguido cayó fulminada a los pies de Elder. A continuación, Dimasalang vuelve al círculo, en un breve momento de calma:
[quote]incluye aquí el texto que quieres citar[/quote]¡Por las barbas de Balin!, hemos de salir de aquí cuanto antes. Puedo escuchar más arañas en las frondosidades del Bosque, y no creo que duremos mucho más aquí. Adan, creo que es mejor salir de aquí en dirección al Oeste, sin salirnos del camino, pues las huellas van en esa dirección. De adentrarnos hacia el norte hay un gran riesgo de encontrarmos con nuevos grupos de arañas y perecer. ¿Qué decidís?
El grupo se mantiene en círculo, mientras todos comenzaron a debatir la decisión a tomar.
Después de despertar al orco Burzumgad el enano Dimasalang voceó para despertar al resto del grupo, somnoliento y agazapado a un lado del angosto camino. Fue escaso el tiempo entre la voz de alarma y la preparación para el combate. Las cuatro primeras arañas que saltaron sobre la extraña compañía mercenaria son eliminadas por la rápida intervención del orco y la destreza señorial de Rumil. No hay motivos para alegría. Inmediatamente un arácnido de corpulentas patas y mandíbulas afiladas intentó con tremenda velocidad escupir su hediondo veneno sobre la compañía. El hacha de doble filo de Dimasalang se lo impidió, hundiendo el cráneo del ser maligno contra el tronco del roble más próximo. Cuándo aún no ha podido recoger el hacha de la cabeza partida de la agonizante araña, echó mano de su espada y de un golpe violentísimo arrancó dos patas a otra araña que ya se venía tambaleándo por las flechas lanzadas por Aikanaro. Actos seguido cayó fulminada a los pies de Elder. A continuación, Dimasalang vuelve al círculo, en un breve momento de calma:
[quote]incluye aquí el texto que quieres citar[/quote]¡Por las barbas de Balin!, hemos de salir de aquí cuanto antes. Puedo escuchar más arañas en las frondosidades del Bosque, y no creo que duremos mucho más aquí. Adan, creo que es mejor salir de aquí en dirección al Oeste, sin salirnos del camino, pues las huellas van en esa dirección. De adentrarnos hacia el norte hay un gran riesgo de encontrarmos con nuevos grupos de arañas y perecer. ¿Qué decidís?
El grupo se mantiene en círculo, mientras todos comenzaron a debatir la decisión a tomar.
"Así lucharemos a la sombra"- dijo Dieneces en las Termópilas al saber que los persas harían una nube con sus flechas.