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dimasalang
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Desde: 14/09/2004

#130 Respondiendo a: burzumgad

Acción

La travesia del Anduin había sido morosa y envuelta en tensa calma hasta la irrupción del nazgul ¡por mis ancestros! había escapado de Minas Morgul y abandonado a los mios por librarme de su sombra, y sin embargo los tenía de nuevo sobre mi cabeza.
Atendiendo al cuestionamiento de Aikanár...

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Fue una suerte para la Compañía encontrar varias barcas a orillas del Anduin, a pesar de quedar apesadumbrados todos, especialmente los elfos, por hallar muertos a varios de los de su raza en el interior de las mismas. Ya en los botes los siete componentes de esta peculiar comunidad remaron hacia el sur con todas sus fuerzas. En la pequeña embarcación de Dimasalang, Burzumgad y Rúmil no se hacía otra cosa que hablar de la aparición de los temidos Nazgul, hombres del pasado ganados para la voluntad del mal. Aun restaban unas cuantas leguas para el Arroyo Sombrío.

[quote]- Un nazgúl en dirección al sur, hacia Moria, y posiblemente en funciones de vigilancia de los uruks que secuestraron a nuestro montaraces. Algo gordo está pasando- dijo el Enano mientras no dejaba de remar- Hemos de llegar a Moria y tratar de contactar con los Enanos de Balin. Alguno de ellos sirvió a mis órdenes en el pasado y doy fe de que entrará con igual fervor a mi servicio.[/quote]

Las dos barcas han cogido un ritmo rápido. La del elfo silvano, el orco y el enano iba en primera posición. A continuación Dimasalang se dirigió a sus compañeros:

[quote]- Tras mucho pensarlo creo que deberíamos seguir remando hasta las estribaciones del Arroyo Sombrío, no pararnos en Loeg Ningloron, como sugirió Aikanaro. Si desembarcamos tan atrás puede que perdamos un tiempo precioso. Ahora que si atracamos en las proximidades del Arroyo podríamos estar más cerca de nuestros enemigos y pensar mejor lo que hacer. Esto, por supuesto, si estáis todos de acuerdo.[/quote]

En espera de decidir este punto, sólo el jadeo del esfuerzo del remo y las enérgicas paladas en el agua rompían un silencio que a todos parecía amenazador
"Así lucharemos a la sombra"- dijo Dieneces en las Termópilas al saber que los persas harían una nube con sus flechas.