Acción

Mientras nos adentrábamos en Lórien los susurros cálidos de una dama entraban por nuestros oidos...hasta que por fin un grupo de elfos vigilantes nos detuvieron.Cuando por fin estuvimos delante de Galadriel y Celeborn una sensación de alegría nos invadió a los dos, nuestros iguales ya tenían noticias de los dos montaraces y accedieron a ayudarnos. Aikanáro y yo nos miramos y respiramos tranquilos pues nuestra misión no caería en saco roto.

Así volvimos a las lindes de Lórien acompañados por decenas de elfos preparados para entrar en batalla...

[quote]¡Allí estan! -gritó Aikanáro-[/quote] y rápidamente vimos que los perseguidores eran ahora los perseguidos. La lucha comenzó bien para nosotros, los Uruks parecían tener problemas, pero apareció el guardián alado en el cielo, entonces Abarmil advirtió al grupo.

Sabiamos que si queríamos salvar la situación había que enfrentarse al Nazgul, así que me escondí bajo unos árboles y preparé mi arco para atacar a la cabeza de la bestia confiando en mi instinto para dar en el blanco...

¡Ahí van mis flechas maldito espectro, tu terrible montura ya ha volado suficiente!