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Ver tema#188 Respondiendo a: dimasalang
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Dimasalang, Burzumgad y Adan no tuvieron más remedio que reposar en Lorien las heridas del combate, y ello a pesar de su voluntad de salir en rescate de los montaraces. Bronceliande se había mostrado hospitalario, incluso con un enano y un orco de por medio. Ambos, mientras reposaban en unas...
Acción
Tras el tiempo utilizado para proveernos del equipamiento necesario y justo para continuar algo en lo que todos estábamos de acuerdo: seguir a los Uruks sin malgastar aquel honroso tiempo, pues nos llevaban aproximadamente una jornada de ventaja y teníamos que alcanzarles antes de que alcanzaran Isengard. Tal y como acordamos, Dimas, Burzumgad y Adan se quedaron a pasar la noche para descansar y, Rúmil, Elder, Abârmil y yo, partimos cuanto antes atravesando Lórien hasta llegar al final del bosque dónde emprendemos una gran marcha y posteriormente rebasamos las llanuras. Una vez en las llanuras, los elfos podemos divisar a lo lejos los Uruks con paso constante pero pesado que parecían desfallecer poco a poco, por lo que aumentamos el paso y cada vez quedábamos más cercanos a nuestro objetivo que parecía detenerse firmemente por momentos. Dicha situación cada vez nos motivaba mas para alcanzarles, pues llevaban a los montaraces en sacos y el esfuerzo les había costado el día. Ante la ya menos costosa tarea de obtener posición cercana a los dos Uruks, vamos planeando lo que hasta el momento sería un plan para salvar a los Dunedain del contrario.
[quote]Estoy de acuerdo, cuando concilien el sueño podríamos desatar a los montaraces y coger de rehenes a los Uruks, puesto que tendrán información de primera mano sobre la oposición y sus tramas.[/quote]
La noche caía y los Uruks cansados parecían adormecían poco a poco mientras yo y los que me acompañaban esperábamos ansiosos con la mayoría de las fuerzas repuestas de nuestra ultima estancia en zona aliada, en Lórien, con el grato trato con el que nos abrieron sus puertas y nos recibieron.
Tras el tiempo utilizado para proveernos del equipamiento necesario y justo para continuar algo en lo que todos estábamos de acuerdo: seguir a los Uruks sin malgastar aquel honroso tiempo, pues nos llevaban aproximadamente una jornada de ventaja y teníamos que alcanzarles antes de que alcanzaran Isengard. Tal y como acordamos, Dimas, Burzumgad y Adan se quedaron a pasar la noche para descansar y, Rúmil, Elder, Abârmil y yo, partimos cuanto antes atravesando Lórien hasta llegar al final del bosque dónde emprendemos una gran marcha y posteriormente rebasamos las llanuras. Una vez en las llanuras, los elfos podemos divisar a lo lejos los Uruks con paso constante pero pesado que parecían desfallecer poco a poco, por lo que aumentamos el paso y cada vez quedábamos más cercanos a nuestro objetivo que parecía detenerse firmemente por momentos. Dicha situación cada vez nos motivaba mas para alcanzarles, pues llevaban a los montaraces en sacos y el esfuerzo les había costado el día. Ante la ya menos costosa tarea de obtener posición cercana a los dos Uruks, vamos planeando lo que hasta el momento sería un plan para salvar a los Dunedain del contrario.
[quote]Estoy de acuerdo, cuando concilien el sueño podríamos desatar a los montaraces y coger de rehenes a los Uruks, puesto que tendrán información de primera mano sobre la oposición y sus tramas.[/quote]
La noche caía y los Uruks cansados parecían adormecían poco a poco mientras yo y los que me acompañaban esperábamos ansiosos con la mayoría de las fuerzas repuestas de nuestra ultima estancia en zona aliada, en Lórien, con el grato trato con el que nos abrieron sus puertas y nos recibieron.
Rey elfo, junto a su amigo Rúmil Är-Feinield, de los Bosques de Herindat en las lejanas tierras de Ianna. (Virreinato entre la Primera y la Segunda edad, segun el computo de Ianna)