Ver publicación (PROPUESTA:''PLAY-BY-POST'')
Ver tema#325 Respondiendo a: adan_eadur
Acción
La compañía logró entrar en Minas Tirith. Cuando las puertas se abrieron se desveló frente a mis ojos la más bellas de las ciudades que nunca había visto. Sabíamos que no dejarian entrar a ni a Dimas, ni a Burzumgad ni a mi así que nos quedamos por la ciudad junto con las rohirrim. Los gondo...
Acción.
La cabalgata resultó larga, mas no tediosa: todos charlamos animadamente. Había salido el sol, y eso que para la mayoría era una bendición, a mí me ponía bastante molesto. Afortunadamente era mi caballo el que debía correr y no yo. Lanceloth y Farahir miraban mucho a las muchachas, y me pereció advertir que algunas de ellas les correspondian con sonrisas. Advertida de mi ceño fruncido, Laureth acercó su montura a la mia y me habló:[quote]-¿que te sucede, guerrero de las tiniebles? ¿es que un poco de buen sol te aturde más que un ejército enemigo?[/quote]
El tono era festivo y amable, y decidí deponer desconfianzas[quote]-tú lo has dicho ¡el resplandor pleno me está matando! te confieso que en estos momentos añoro las dulces penumbras de Minas Morgul , pero nada más que eso[/quote]
Ella rió y cabalgamos algo más en silencio. Al fin volvió a mirarme[quote]-¿hay entre vosotros mujeres? ¡y perdona mi ignorancia!
-No te preocupes, Laureth. No mucho nos conocen y bastante de lo que oigas acerca de nosotros los orcos son habladurias y palabras dictadas por el prejuicio: claro que tenemos mujeres e hijos. Ellas son...bueno, algo abundantes de caderas ¡siendo tan prolificas! pero las hay bellas a nuestro gusto, y algunas, con grandes ojos.
-¡Vaya !- rió Laureth - se diría que dejaste a alguna...[/quote]
-Si - suspiré- se llama Marzdaph...confío en volver a ella ...¡y en el marco de una Minas Morgul liberada y sin opresores! te revelo que toda esta inefable aventura lleva para mí su nombre.
La muchacha se alejó entonces de mí obedeciendo el llamado de alguna de sus hermanas. El ánimo de la compañía era excelente y todos bromeaban, y el enano Dimas, el que más.
Farahir llevaba algo colgado de su cinturón[quote]-¿y eso?- le dije.
-Es un casco que me regalaron en Rohan- me respondió
-Bha. Ganas de cargar cosas.
-Ya servirá - me sonrió él. [/quote]
De pronto un viraje del camino nos puso de cara al sur, permitiéndonos ver aquello que el recodo ocultaba, y alli la descubrimos: Orgullosa, invicta; cofre de leyandas y museo a la vez; desafiante y sin embargo de porte majestuoso y sereno. Era nada menos que Minas Tirith, rival de mi ciudad, pero hoy pera mí esperanza y fuente de sociego. Mis camaradas y las muchachas dieron gritos de júbilo guerrero y alzaron sus armas. yo los imité, aunque confundido por el cambio de perspectivas que me colmaba.
No más nos acercamos a la puerta , Farahir me dijo:[quote]-¿Ves para que sirve esto?[/quote] Y me colocó, casi por la fuerza, el casco que me cubría por completo la cara.
El gesto causó gracia a todos, pero la precaución no resultó gratuita, pues de no mediar la argucia nos hubiesemos visto en problemas.
El interior de la ciudad era deslumbrante, con sus palacios y altos inmuebles, aun cuando las empinadas calles parecían semidesiertas.
Allí Farahir, acompañado de Abârmil, Lanceloth y Barin subieron a los circuitos altos de la urbe para entrvistarse con el senescal, dejándonos a Adan, a Dimas, a las hermanas y a mí en un barrio en el que abundaban las tabernas y posadas. A sugerencias de Eva fuimos a una de ellas, que resultó acogedora, pues los concurrentes hasta a mi presencia se acostumbraron. A poco el clima alegre, las bebidas frescas y el humo de las pipas nos quitó en algo el cansancio del viaje, y bromeamos largamente. Dimas me tomó amablemente el pelo diciendo de que yo era el único orco de la ciudad[quote]-¿Y que hay de los herederos de Durin? no veo a ninguno más que a tí...- le respondí riendo yo también..[/quote]
Pero alli llegaron nuestros amigos, y con malas noticias: el senescal sólo había agraciado a Farahir con la audiencia, y casi lo trató de mentiroso.
Alegrado por las cervezas, Dimas minimizó el Hecho[quote]- Esta maravilla de ciudad no puede caer- dijo- ¡comamos y bebamos! [/quote] Y Farahir decidió apagar en algo su mal conversando con las muchachas.
Aturdidos por las noticias y el barullo de la taberna apenas si advertimos la presencia de tres elfos hasta que no se encontraron a nuestro lado.
Por supuesto que recibimos a Elder,Rúmil y Aikanaro con abrazos y muestras de júbilo, pero la ausencia de Fernando nos llenó de malos presentimientos, que se hicieron carne cuando Abârmil preguntó por él y recibimos la respuesta abrumadora.
Adan blandió un extraño instrumento musical y entonó una tonada a la vez nostálgica y triste mientras al aire cargado de tabaco parecía pedirnos respuestas. Abârmil nos preguntó colectivamente que haríamos, y yo respondí de inmediato: [quote]- Mi hogar es y será Minas Morgul, pero a él no volveré mientras la sombra de Sauron la cubra....yo lucharé aqui, en Tirith.[/quote]
Y advertí que no sólo mis compañeros y compañeras aplaudian mi decisión.
La cabalgata resultó larga, mas no tediosa: todos charlamos animadamente. Había salido el sol, y eso que para la mayoría era una bendición, a mí me ponía bastante molesto. Afortunadamente era mi caballo el que debía correr y no yo. Lanceloth y Farahir miraban mucho a las muchachas, y me pereció advertir que algunas de ellas les correspondian con sonrisas. Advertida de mi ceño fruncido, Laureth acercó su montura a la mia y me habló:[quote]-¿que te sucede, guerrero de las tiniebles? ¿es que un poco de buen sol te aturde más que un ejército enemigo?[/quote]
El tono era festivo y amable, y decidí deponer desconfianzas[quote]-tú lo has dicho ¡el resplandor pleno me está matando! te confieso que en estos momentos añoro las dulces penumbras de Minas Morgul , pero nada más que eso[/quote]
Ella rió y cabalgamos algo más en silencio. Al fin volvió a mirarme[quote]-¿hay entre vosotros mujeres? ¡y perdona mi ignorancia!
-No te preocupes, Laureth. No mucho nos conocen y bastante de lo que oigas acerca de nosotros los orcos son habladurias y palabras dictadas por el prejuicio: claro que tenemos mujeres e hijos. Ellas son...bueno, algo abundantes de caderas ¡siendo tan prolificas! pero las hay bellas a nuestro gusto, y algunas, con grandes ojos.
-¡Vaya !- rió Laureth - se diría que dejaste a alguna...[/quote]
-Si - suspiré- se llama Marzdaph...confío en volver a ella ...¡y en el marco de una Minas Morgul liberada y sin opresores! te revelo que toda esta inefable aventura lleva para mí su nombre.
La muchacha se alejó entonces de mí obedeciendo el llamado de alguna de sus hermanas. El ánimo de la compañía era excelente y todos bromeaban, y el enano Dimas, el que más.
Farahir llevaba algo colgado de su cinturón[quote]-¿y eso?- le dije.
-Es un casco que me regalaron en Rohan- me respondió
-Bha. Ganas de cargar cosas.
-Ya servirá - me sonrió él. [/quote]
De pronto un viraje del camino nos puso de cara al sur, permitiéndonos ver aquello que el recodo ocultaba, y alli la descubrimos: Orgullosa, invicta; cofre de leyandas y museo a la vez; desafiante y sin embargo de porte majestuoso y sereno. Era nada menos que Minas Tirith, rival de mi ciudad, pero hoy pera mí esperanza y fuente de sociego. Mis camaradas y las muchachas dieron gritos de júbilo guerrero y alzaron sus armas. yo los imité, aunque confundido por el cambio de perspectivas que me colmaba.
No más nos acercamos a la puerta , Farahir me dijo:[quote]-¿Ves para que sirve esto?[/quote] Y me colocó, casi por la fuerza, el casco que me cubría por completo la cara.
El gesto causó gracia a todos, pero la precaución no resultó gratuita, pues de no mediar la argucia nos hubiesemos visto en problemas.
El interior de la ciudad era deslumbrante, con sus palacios y altos inmuebles, aun cuando las empinadas calles parecían semidesiertas.
Allí Farahir, acompañado de Abârmil, Lanceloth y Barin subieron a los circuitos altos de la urbe para entrvistarse con el senescal, dejándonos a Adan, a Dimas, a las hermanas y a mí en un barrio en el que abundaban las tabernas y posadas. A sugerencias de Eva fuimos a una de ellas, que resultó acogedora, pues los concurrentes hasta a mi presencia se acostumbraron. A poco el clima alegre, las bebidas frescas y el humo de las pipas nos quitó en algo el cansancio del viaje, y bromeamos largamente. Dimas me tomó amablemente el pelo diciendo de que yo era el único orco de la ciudad[quote]-¿Y que hay de los herederos de Durin? no veo a ninguno más que a tí...- le respondí riendo yo también..[/quote]
Pero alli llegaron nuestros amigos, y con malas noticias: el senescal sólo había agraciado a Farahir con la audiencia, y casi lo trató de mentiroso.
Alegrado por las cervezas, Dimas minimizó el Hecho[quote]- Esta maravilla de ciudad no puede caer- dijo- ¡comamos y bebamos! [/quote] Y Farahir decidió apagar en algo su mal conversando con las muchachas.
Aturdidos por las noticias y el barullo de la taberna apenas si advertimos la presencia de tres elfos hasta que no se encontraron a nuestro lado.
Por supuesto que recibimos a Elder,Rúmil y Aikanaro con abrazos y muestras de júbilo, pero la ausencia de Fernando nos llenó de malos presentimientos, que se hicieron carne cuando Abârmil preguntó por él y recibimos la respuesta abrumadora.
Adan blandió un extraño instrumento musical y entonó una tonada a la vez nostálgica y triste mientras al aire cargado de tabaco parecía pedirnos respuestas. Abârmil nos preguntó colectivamente que haríamos, y yo respondí de inmediato: [quote]- Mi hogar es y será Minas Morgul, pero a él no volveré mientras la sombra de Sauron la cubra....yo lucharé aqui, en Tirith.[/quote]
Y advertí que no sólo mis compañeros y compañeras aplaudian mi decisión.
Umbrías son las montañas, mas la ciudad brilla:Se diría una gran mortaja flotando entre el cielo y la tierra.
Quién se adelante hacia ella procedente de Ithilien la verá brillar cuando aún le resten millas para arribar la misma.
Quién llegue a ella desde el interior de Mordor la advertirá con...
Quién se adelante hacia ella procedente de Ithilien la verá brillar cuando aún le resten millas para arribar la misma.
Quién llegue a ella desde el interior de Mordor la advertirá con...