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Ver tema#331 Respondiendo a: Elder
Acción
Los caballos galopaban raudos y veloces sin atisbo de cansancio en sus cuerpos, cada momento que pasaba cabalgando me maravillaba más de su belleza y fuerza. Todo el camino fue rápido hasta que llegamos al Nevado, allí había un puente hecho aceleradamente por Rohirrim, y dirigí mi mirada a l...
Acción
Avanzábamos rápidamente con los magníficos caballos que nos habían prestado en Rohan. A pesar de la velocidad de estos no encontrábamos aun a nuestros compañeros. Al llegar al Nevado, en el cual se había construido un puente provisional, Elder vio como varios orcos se ahogaban en el río y otros intentaban salir de el. Nos dispusimos a prepararnos para aniquilarles, pero pronto nos dimos cuenta que el destino de esos orcos no estaba en nuestras manos.
[quote]Parecen que son muchos, si no observad las claras huellas que hay en la otra orilla... al decir por su aspecto se dirigen hacia Gondor. Tal vez vayan tras nuestros amigos…[/quote]
Los abandonamos allí en el río a su suerte y continuamos el viaje cruzando le puente, mientras los últimos rayos de luz del sol se iban transformando en el bello reflejo de la luz de la luna. A no mucho tardar vimos indicios de un pequeño campamento que al parecer había sido abandonado no hace ni un día. Todos nos alegramos al verlo pues lo mas seguro que fuera un lugar donde nuestros compañeros acamparon, por lo menos nuestros corazones así lo pensaban. Elder dijo unas palabras de ánimo y seguidamente añadí:
[quote]¡Tienes razón Elder! Ni nosotros ni nuestros caballos estamos cansados, me alegro de que los rohirrim nos ofrecieran estos caballos tan fuertes y acostumbrados a las largas distancias. ¡Avancemos rápido como dices![/quote]
No paramos de galopar a gran velocidad y nuestros caballos parecían estar hechizados por una magia ya que no mostraban signos de cansancio alguno. Ya habíamos abandonado el Folde Este de Rohan y entrado en las tierras de Gondor por Anorien, y no había signos de guardia alguna de los gondorianos. Me percate de cómo unas flameantes llamas se perdían entre las montañas blancas y las nubes y pense que tal vez una gran guerra en Gondor ya podría haber empezado, aun así no me desanime.
Pronto llegamos a divisar la gran ciudad blanca erigida a los pies del monte Mindolluin, Minas Tirith. Era de tan gran belleza que mis ojos se llenaron de esplendor mientras la miraba a lo lejos. Una de las más grandes fortalezas que había visto a lo largo de mi vida, era formidable. Quien iba a pensar que los hombres pudieran haberla construido años atrás, era una maravilla.
Apresuramos el paso y enseguida llegamos a las grandes puertas de la ciudad blanca, mire hacia el Este y vi como la sombra de Mordor hacia que la belleza de la capital de Gondor perdiera esplendor. Aikanáro pregunto a los guardias sobre Osgiliath ya que la sombra la envolvía como si quisiera engullirla. Mi corazón se encogía al ver las caras de los guardias de la puerta mirar hacia Osgiliath, mientras esta aspiraba sus últimos alientos, ya que estaba bajo asedio desde hace varios días. Nuestros caballos ya estaban agotados y decidimos dejarlos en los primeros establos que encontramos. Pagamos a un mozo de cuadras para que les diera el trato que esos excelentes caballos se merecían por habernos llevado hasta la ciudad.
Decidimos pues, comenzar la búsqueda de nuestros compañeros por inmensa ciudad, pero tal era nuestro cansancio que al ver un posada nos decantamos por entrar a descansar unos minutos y proseguir la búsqueda posteriormente. Tal fue nuestra suerte que encontramos a nuestros camaradas en esa misma posada. Al vernos ellos también enseguida se levantaron de las mesas y dejaron a un lado las cervezas para saludarnos y abrazarnos tras la larga separación. Pregunte enseguida a Abârmil por Farahir, y me dijo que estaba en buen estado señalándomelo mientras estaba hablando con una mujeres rohirrim, y seguidamente Abârmil me pregunto por Fernando.
[quote]Los siento amigo –dije con cara de angustia- pero Fernando murió dando su vida por salvar la mía y la de otros tantos elfos que murieron en una guerra que se produjo en Lorien. También he de decirte que Broceliande y Erwin cayeron en batalla. Fue algo muy trágico. No conseguimos salvar a Fernando… lo siento mucho. Veo que nuevos camaradas rohirrim se han unido a nuestra causa, me alegra.[/quote]
Todos hicieron un minuto de silencio tras escuchar la amarga noticia. Adan quiso animarnos a todos y con su arco y otros instrumentales que fue sacando construyo una especie de instrumento con el cual nos empezó a entonar unas canciones sobre Erebor, pronto Dimas y se unió al cántico seguidamente de todos nosotros, aunque alguno como yo no sabia muy bien la canción, pero se intentaba llevar el ritmo.
Al terminar la canción, nos pusimos a hablar sobre que hacer ya que el senescal se había vuelto orgulloso y no hacia caso a los mensajes de Farahir. Aikanáro, Abârmil y todos estaban de acuerdo en quedarse a defender Minas Tirith, y yo lo pensé bien:
[quote]¡Bien amigos luchemos! ¡Aquí y ahora! Si esta ciudad cae los demás iremos detrás como bien habéis dicho todos, así que este es el momento de plantar cara a Sauron y dar fin a su oscuridad. ¡Amigos yo me quedo también a defender no solo Minas Tirith, sino toda la Tierra Media! ¡Juntos venceremos a Sauron![/quote]
Mire a Elder y hable con el:
[quote]Elder, como bien nos dijiste antes de entrar en la ciudad blanca, ellos suministraban armas a tu pueblo, ¿no? Entonces busquemos la armería y consigamos unos arcos para nosotros y Aikanáro, nos serán muy útiles de gran necesidad.[/quote]
Seguidamente mire a los demás:
[quote]¡Bien amigos preparémonos para la defensa! Hagámonos con nuevas cotas de malla, afilemos nuestras espadas, recarguemos nuestros carcajs de flechas y busquemos un capitán gondoriano al que prestar nuestros servicios para la defensa. ¡Adelante![/quote]
Avanzábamos rápidamente con los magníficos caballos que nos habían prestado en Rohan. A pesar de la velocidad de estos no encontrábamos aun a nuestros compañeros. Al llegar al Nevado, en el cual se había construido un puente provisional, Elder vio como varios orcos se ahogaban en el río y otros intentaban salir de el. Nos dispusimos a prepararnos para aniquilarles, pero pronto nos dimos cuenta que el destino de esos orcos no estaba en nuestras manos.
[quote]Parecen que son muchos, si no observad las claras huellas que hay en la otra orilla... al decir por su aspecto se dirigen hacia Gondor. Tal vez vayan tras nuestros amigos…[/quote]
Los abandonamos allí en el río a su suerte y continuamos el viaje cruzando le puente, mientras los últimos rayos de luz del sol se iban transformando en el bello reflejo de la luz de la luna. A no mucho tardar vimos indicios de un pequeño campamento que al parecer había sido abandonado no hace ni un día. Todos nos alegramos al verlo pues lo mas seguro que fuera un lugar donde nuestros compañeros acamparon, por lo menos nuestros corazones así lo pensaban. Elder dijo unas palabras de ánimo y seguidamente añadí:
[quote]¡Tienes razón Elder! Ni nosotros ni nuestros caballos estamos cansados, me alegro de que los rohirrim nos ofrecieran estos caballos tan fuertes y acostumbrados a las largas distancias. ¡Avancemos rápido como dices![/quote]
No paramos de galopar a gran velocidad y nuestros caballos parecían estar hechizados por una magia ya que no mostraban signos de cansancio alguno. Ya habíamos abandonado el Folde Este de Rohan y entrado en las tierras de Gondor por Anorien, y no había signos de guardia alguna de los gondorianos. Me percate de cómo unas flameantes llamas se perdían entre las montañas blancas y las nubes y pense que tal vez una gran guerra en Gondor ya podría haber empezado, aun así no me desanime.
Pronto llegamos a divisar la gran ciudad blanca erigida a los pies del monte Mindolluin, Minas Tirith. Era de tan gran belleza que mis ojos se llenaron de esplendor mientras la miraba a lo lejos. Una de las más grandes fortalezas que había visto a lo largo de mi vida, era formidable. Quien iba a pensar que los hombres pudieran haberla construido años atrás, era una maravilla.
Apresuramos el paso y enseguida llegamos a las grandes puertas de la ciudad blanca, mire hacia el Este y vi como la sombra de Mordor hacia que la belleza de la capital de Gondor perdiera esplendor. Aikanáro pregunto a los guardias sobre Osgiliath ya que la sombra la envolvía como si quisiera engullirla. Mi corazón se encogía al ver las caras de los guardias de la puerta mirar hacia Osgiliath, mientras esta aspiraba sus últimos alientos, ya que estaba bajo asedio desde hace varios días. Nuestros caballos ya estaban agotados y decidimos dejarlos en los primeros establos que encontramos. Pagamos a un mozo de cuadras para que les diera el trato que esos excelentes caballos se merecían por habernos llevado hasta la ciudad.
Decidimos pues, comenzar la búsqueda de nuestros compañeros por inmensa ciudad, pero tal era nuestro cansancio que al ver un posada nos decantamos por entrar a descansar unos minutos y proseguir la búsqueda posteriormente. Tal fue nuestra suerte que encontramos a nuestros camaradas en esa misma posada. Al vernos ellos también enseguida se levantaron de las mesas y dejaron a un lado las cervezas para saludarnos y abrazarnos tras la larga separación. Pregunte enseguida a Abârmil por Farahir, y me dijo que estaba en buen estado señalándomelo mientras estaba hablando con una mujeres rohirrim, y seguidamente Abârmil me pregunto por Fernando.
[quote]Los siento amigo –dije con cara de angustia- pero Fernando murió dando su vida por salvar la mía y la de otros tantos elfos que murieron en una guerra que se produjo en Lorien. También he de decirte que Broceliande y Erwin cayeron en batalla. Fue algo muy trágico. No conseguimos salvar a Fernando… lo siento mucho. Veo que nuevos camaradas rohirrim se han unido a nuestra causa, me alegra.[/quote]
Todos hicieron un minuto de silencio tras escuchar la amarga noticia. Adan quiso animarnos a todos y con su arco y otros instrumentales que fue sacando construyo una especie de instrumento con el cual nos empezó a entonar unas canciones sobre Erebor, pronto Dimas y se unió al cántico seguidamente de todos nosotros, aunque alguno como yo no sabia muy bien la canción, pero se intentaba llevar el ritmo.
Al terminar la canción, nos pusimos a hablar sobre que hacer ya que el senescal se había vuelto orgulloso y no hacia caso a los mensajes de Farahir. Aikanáro, Abârmil y todos estaban de acuerdo en quedarse a defender Minas Tirith, y yo lo pensé bien:
[quote]¡Bien amigos luchemos! ¡Aquí y ahora! Si esta ciudad cae los demás iremos detrás como bien habéis dicho todos, así que este es el momento de plantar cara a Sauron y dar fin a su oscuridad. ¡Amigos yo me quedo también a defender no solo Minas Tirith, sino toda la Tierra Media! ¡Juntos venceremos a Sauron![/quote]
Mire a Elder y hable con el:
[quote]Elder, como bien nos dijiste antes de entrar en la ciudad blanca, ellos suministraban armas a tu pueblo, ¿no? Entonces busquemos la armería y consigamos unos arcos para nosotros y Aikanáro, nos serán muy útiles de gran necesidad.[/quote]
Seguidamente mire a los demás:
[quote]¡Bien amigos preparémonos para la defensa! Hagámonos con nuevas cotas de malla, afilemos nuestras espadas, recarguemos nuestros carcajs de flechas y busquemos un capitán gondoriano al que prestar nuestros servicios para la defensa. ¡Adelante![/quote]
Rey elfo, junto a su amigo Aikanáro Telrunya, de los Bosques de Herindat en las lejanas tierras de Ianna. (Virreinato entre la Primera y la Segunda edad, segun el computo de Ianna)